Paulo Freire. Revista de Pedagogía Crítica

Año 15, N° 17 Enero – Junio 2017

ISSN 0717 9065      ISSN ON LINE 0719 – 8019

pp. 21-40

 

 

 

El protestantismo y la circulación de la pedagogía de Paulo Freire en América Latina.

 

Protestantism and the circulation of Paulo Freire's pedagogy in Latin America.

Federico Brugaletta*

 

Resumen

Este artículo tiene por objetivo comunicar avances de una investigación sobre el rol que desempeñaron los protestantes en la circulación de la pedagogía de Paulo Freire en la historia reciente de América Latina. En un primer apartado, se caracteriza el movimiento político y religioso de ISAL, poniendo énfasis en sus planteos teológicos y posiciones políticas. En el segundo apartado, se describen las iniciativas editoriales que propiciaron la circulación de las ideas y prácticas de Paulo Freire y se analizan los sentidos que los protestantes latinoamericanos asociaron a su pedagogía.

 

Palabras clave: protestantismo, Paulo Freire, educación popular, historia reciente.

 


 

*    Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Becario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); e-mail: fedebruga@gmail.com

Fecha de Recepción: 29 enero 2017

Fecha de Aceptación: 28 abril 2017

 

Abstract

This article aims to communicate advances of an investigation about the role played by Protestants in the circulation of Paulo Freire's pedagogy in the recent history of Latin America. In a first section, is characterized the political and religious movement of ISAL, emphasizing its theological proposals and political positions. The second section describes the editorial initiatives that propitiated the circulation of ideas and practices of Paulo Freire and analyze the senses that Latin American Protestants associated with their pedagogy.

 

Keywords: protestantism, Paulo Freire, popular education, recent history.

 

 


 

INTRODUCCIÓN

En el mes de octubre de 1968, fue publicado en la ciudad de Montevideo un suplemento especial de la revista Cristianismo y Sociedad bajo el título “Contribución al proceso de concientización en América Latina”. La revista en cuestión era el principal órgano de comunicación de Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL), un particular agrupamiento político y religioso asociado al protestantismo. Desde su sede en Uruguay, ISAL ponía por primera vez a disposición de los lectores evangélicos del continente una novedosa pedagogía que estaba siendo desarrollada por el brasileño Paulo Freire en Santiago de Chile. Rápidamente, estos protestantes propiciaron nuevas iniciativas editoriales que contribuyeron de modo decisivo a la circulación material de las ideas freireanas más allá de las fronteras confesionales. ¿Quiénes eran estos protestantes latinoamericanos? ¿Por qué estaban interesados en la pedagogía de Paulo Freire? ¿De qué modo contribuyeron a la circulación de sus ideas y prácticas pedagógicas?

Los vínculos entre educación y protestantismo se remontan al origen mismo de la reforma encabezada por Martín Lutero en el siglo XVI. La propuesta pedagógica del protestantismo estuvo fuertemente asociada a la promoción de la lectura bíblica en sectores sociales antes excluidos de la cultura letrada. Por su parte, en América Latina, diversas iniciativas protestantes se destacaron en el terreno educativo a partir de la difusión de innovadores métodos de enseñanza de masas a principios del siglo XIX (Roldán Vera, 2011), de la disputa contra sectores católicos por la laicidad de la educación (Caetano, 2012), o de experiencias educativas con sectores populares a principio de siglo XX (Rebolledo Fica, 2013). Sin embargo, resta todavía avanzar en estudios que recorten como objeto las relaciones entre protestantismo y educación en el campo de la historia reciente de América Latina, donde predominan estudios particularmente eclipsados por la presencia cuantitativa del progresismo católico que tienden a invisilizar el rol protagónico de las minorías protestantes en el marco del “cristianismo liberacionista” (Löwy, 1999).

Paulo Freire (Recife, 1921 - São Paulo, 1997) fue quizás el primer pedagogo latinoamericano cuya producción trascendió las fronteras del continente y su influencia puede constatarse a escala global en incontables instituciones, revistas, eventos, asociaciones docentes y movimientos pedagógicos que llevan su nombre. Los estudios recientes que han abordado su figura han permitido trazar con suficiencia itinerarios de su biografía intelectual, detallando los aportes teóricos y prácticos que desarrolló en distintos contextos de producción y en diálogo con diversas tradiciones de pensamiento (Puiggrós, 2011; Kirkendall, 2014; Elisalde, 2015; Rodriguez, 2015; Fernández Mouján, 2016). No obstante, aún constituye una vacancia indagar sobre aquellos sujetos que pusieron en circulación sus ideas y prácticas pedagógicas para comprender los alcances y relevancia de la pedagogía freireana.

En este sentido, el presente artículo se encuadra en una investigación que se nutre de los aportes de Robert Darnton (2010) para pensar la dinámica históricamente situada de la circulación de ideas, esto es, los modos materiales de circulación de lo escrito en una sociedad. Para ello, este historiador invita a prestar especial atención a aquellos sujetos que actúan como intermediarios entre los autores y los lectores, a saber, editores, traductores, libreros, distribuidores, comentaristas, entre otros. Por lo tanto, el estudio de iniciativas editoriales adquiere importancia renovada para la historia intelectual de la pedagogía. Como sostiene Roberto Calasso (2014), el arte de publicar textos consiste en una práctica social híbrida en donde se entrelazan variables comerciales, sociales y simbólicas. El editor es un vendedor de textos y también un agente cultural, un intelectual que opera en el territorio de la circulación de las ideas. En el terreno de la pedagogía, esta mirada atenta al mundo editorial permite superar la dicotomía entre teoría y práctica al reconocer en su lugar un proceso dinámico de intercambios y de actores.

El objetivo de este artículo es entonces explicar de qué modo las iniciativas editoriales llevadas a cabo por los protestantes de ISAL constituyeron un impulso fundamental en la circulación de saberes y prácticas asociados a Paulo Freire en la historia reciente de América Latina. El artículo está dividido en dos partes que se organizan de modo diacrónico y sincrónico. En el primer apartado, se caracteriza el movimiento de ISAL poniendo énfasis en la comprensión de sus planteos teológicos y sus apuestas políticas a lo largo de la década del sesenta. Por su parte, en el segundo apartado, se avanza en la descripción de los proyectos editoriales protestantes vinculados a la pedagogía freireana en la coyuntura del año 1968 tanto en Montevideo como en Santiago de Chile.

 

1.        PROTESTANTISMO Y REVOLUCIÓN EN AMÉRICA LATINA.

 

ISAL fue un movimiento político y religioso del protestantismo latinoamericano que se desarrolló entre los años 1961 y 1975. Si bien fuertemente anclado en el Cono Sur, su alcance geográfico se desarrolló a escala regional a partir de la organización de grupos en diversos países del continente. ISAL se propuso construir un nuevo modo de ser cristiano en diálogo con los movimientos políticos y sociales de izquierda que se desplegaron durante la década del sesenta en América Latina. Fue además un movimiento que desarrolló un importante programa intelectual y de renovación teológica que se expresó a través la organización de jornadas de estudios, la edición de libros y la publicación trimestral de la revista Cristianismo y Sociedad.

Para comprender el alcance de ISAL a escala continental es necesario considerar el impulso brindado por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) con sede en Ginebra. El CMI fue fundado en 1948 con la intención de agrupar a más de 140 iglesias evangélicas pertenecientes al protestantismo histórico – metodistas, anglicanos, luteranos, valdenses, entre otras confesiones – bajo los principios de la asociación ecuménica. En 1957, el CMI impulsó una serie de estudios a escala mundial a fin de “describir y clarificar cual debía ser la responsabilidad cristiana” ante los “rápidos cambios sociales, políticos y económicos” que se estaban produciendo en Asia, África y América Latina (Abrecht, 1963).

Tal como señaló Eric Hobsbawn (1994/2006), el “tercermundismo” se había constituido en una nueva cosmovisión política que atrajo a la intelectualidad progresista global, basada en la creencia de que el mundo podía emanciparse por medio de la liberación de su periferia empobrecida y explotada por la dependencia económica de los países centrales. Intelectuales como Egbert De Vries (1962), economista miembro del Banco Mundial y consultor de la UNESCO, fue convocado por el CMI para dirigir el Departamento de Iglesia y Sociedad del organismo y coordinar estos estudios sobre los “rápidos cambios sociales”. La novedad radicaba justamente en su carácter veloz y su escala planetaria: una revolución técnica en la agricultura, la consiguiente migración masiva de población del campo a la ciudad, el desarrollo de la escolarización tanto en cantidad de alumnos como de años de estudios, los procesos políticos de descolonización, las transformaciones en la clase trabajadora tanto en sus componentes raciales como de género y una sorprendente explosión demográfica, entre otras.

En esta línea, el CMI organizó en 1961 la “1° Consulta Latinoamericana de Iglesia y Sociedad” en la ciudad de Huampaní (cerca de Lima, Perú) congregando a las distintas iglesias protestantes latinoamericanas. En dicha consulta, se constituyó una Junta Latinoamericana de Iglesia y Sociedad organismo que dio origen a ISAL integrado por miembros de iglesias protestantes residentes en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, México y Venezuela. La sede de ISAL quedó constituida en Montevideo y sus primeros integrantes fueron Luis Odell (a cargo de la Secretaría Ejecutiva), Julio de Santa Ana, Hiber Conteris, Richard Shaull, Mauricio López, Waldo César, entre otros. Posteriormente se sumaron Gerardo Pet y Pedro Negre Rigol (en Bolivia), Hugo Assmann y Jether Pereira Ramalho (en Brasil) y Julio Barreiro (en Uruguay).

De esta manera, el inicio de la década del sesenta encontraba a ciertos sectores del protestantismo latinoamericano en una profunda transformación ideológica. Tradicionalmente, las minorías protestantes latinoamericanas estaban asociadas a las luchas por la modernidad liberal que desde inicios del siglo XIX bregaban a favor de los procesos de emancipación política, la secularización del Estado, las libertades individuales y los derechos civiles. Sin embargo, los “rápidos cambios sociales” que experimentaba el continente desafiaron esta tradición liberal protestante con nuevas interpelaciones a la acción política de los cristianos. La Revolución Cubana fue en ese sentido un punto importante en el acercamiento a tradiciones políticas e intelectuales de izquierda en un escenario de radicalización política general de distintas agrupaciones políticas y religiosas.

Como sostiene Jean-Pierre Bastian (1994) estas mutaciones no se desarrollaron sin conflictos al interior de las comunidades eclesiásticas. Por un lado, se proyectaban los sectores “ecuménicos” que se volcaban a favor de proclamas socialistas y a establecer diálogos intelectuales con el marxismo. Por otro lado, estaban aquellas tendencias teológicas conocidas como “fundamentalistas” cuyas prácticas estaban asociadas a campañas de evangelización masiva, la interpretación literal de las doctrinas bíblicas y un fuerte mensaje anticomunista. Mientras que los primeros estaban dispuestos a  la participación política; los segundos defendían una institucionalidad religiosa separada de lo mundano.

Dentro del campo ecuménico que se abría entre los tradicionales sectores liberales y los nuevos fundamentalismos, ISAL comenzó a desplegar desde sus inicios un intenso trabajo de producción y difusión de una teología renovada desde América Latina. De hecho, los postulados de los teólogos vinculados a ISAL como Richard Shaull y Rubem Alves pueden ser considerados como antecedentes de lo que posteriormente se conoció como la corriente de la teología de la liberación católica.

Richard Shaull (1919-2002) fue un teólogo presbiteriano estadounidense formado en el Seminario Teológico de Princeton. Entre 1942 y 1950 se desempeñó como misionero en Colombia donde tuvo su primer contacto con los conflictos sociales y políticos de América Latina. En 1952, dictó una serie de conferencias en la Facultad de Teología de Buenos Aires que giraban en torno a los vínculos y tensiones entre el cristianismo y el comunismo (Shaull, 1955). A partir de 1953 se estableció en Brasil, donde además de participar en experiencias alfabetización y proletarización fue profesor del Seminario Teológico do Sul en Campinas hasta 1959 cuando fue expulsado del seminario junto a un grupo de sus estudiantes.

Los planteos teológicos de Richard Shaull fueron especialmente inspiradores del movimiento de ISAL, sus textos fueron reproducidos en las publicaciones del movimiento y motivo de discusión en las consultas nacionales y regionales. Conocida como una teología contextual, la perspectiva de Shaull llamaba a los cristianos a ir al encuentro de la revolución (Roldán, 2011). Bajo su perspectiva teológica, Dios no se encontraba ajeno a la dinámica social, sino que actuaba en la propia historia de los hombres. El deber de los cristianos era por tanto discernir los modos de expresión de Dios en los signos de los tiempos tales como los procesos de revolución social y, por tanto, debían de participar en política de modo “responsable”, a saber, sin perder la identidad cristiana (Shaull, 1970).


Por su parte, Rubem Alves (1933-2014), discípulo de Richard Shaull en el Seminario Presbiteriano de Campinas, fue una referencia del movimiento ISAL a partir del año 1966. Luego de ser expulsado de Brasil, realizó su formación de posgrado en los Estados Unidos donde en 1969 obtuvo un doctorado en el Seminario Teológico de Princeton con una tesis originalmente titulada "Towards a theology of human liberation" (Hacia una Teología de la Liberación Humana). Aunque no se lo conoció por su título original, de alguna manera, este libro adelantó las discusiones de la teología de la liberación en el ámbito católico (Gutiérrez, 1971). Discutiendo a dos frentes, Rubem Alves interpelaba a los sectores de izquierda reivindicando un modo cristiano de ser revolucionario al tiempo que confrontaba con los sectores conservadores de las iglesias con un modo revolucionario de profesar la fe.

Estos planteos teológicos se expresaron en participaciones concretas de miembros de ISAL en movimientos y organizaciones políticas en cada uno de los países donde residían, por ejemplo, en el movimiento de Cristianos por el Socialismo en Chile, en organizaciones armadas como MLN-Tupamaros o la conformación del Frente Amplio en el Uruguay o de experiencias de lucha política contra la dictadura de Hugo Banzer en Bolivia, entre otras.

Asimismo, todas estas discusiones teológicas y políticas fueron difundidas por ISAL a partir de un intenso trabajo editorial, destacándose la revista Cristianismo y Sociedad y la edición de libros de contenido político y teológico. Las publicaciones de ISAL se distribuían en más de catorce países en toda América a través de una red de agencias de venta y librerías vinculadas a las iglesias protestantes de todo el continente como librería “La Aurora” en Argentina; la Impressa Methodista en San Pablo, Brasil; la librería La Reforma en Puerto Rico; la librería Luz y Verdad en Lima, Perú; la librería El Sembrador en Santiago de Chile; la librería Odell en Matanzas, Cuba; y la Casa Unida de Publicaciones (CUPSA) en México; entre otras.


La revista Cristianismo y Sociedad comenzó a publicarse de modo trimestral desde Montevideo en 1963 y se inscribía en una larga tradición de publicaciones producidas por las comunidades protestantes en el Río de La Plata[1]. El primer editor fue Julio de Santa Ana, mientras que Hiber Conteris ocupó el cargo de secretario de redacción desde 1963 hasta 1967 cuando fue reemplazado por Julio Barreiro quien dirigió la revista hasta fines de la década del setenta.

Cada uno de los tres números promedio que se editaba por año de Cristianismo y Sociedad incluía un editorial de análisis de coyuntura política o social, un conjunto de artículos de “planteo teológico”, una sección en diálogo con las ciencias sociales y secciones finales compuestas por documentos,  reseñas de libros y eventos de ISAL. Era persistente la vocación de vincular sus reflexiones teológicas con otras corrientes de pensamiento (en particular, el marxismo) y con colaboraciones de intelectuales de la región (entre otros: Armando Mattelard, Gino Germani, Celso Furtado, Carlos Real de Azúa y Rodolfo Puiggrós).

A través de sus publicaciones, este grupo protestante delimitaba una particular identidad política en torno a ideas revolucionarias latinoamericanistas, definiendo su especificidad como cristianos. En el primer editorial de Cristianismo y Sociedad expresaban: “como hombres de nuestro tiempo, como ciudadanos de América Latina, pero sobre todo como cristianos, nos resistimos a quedar relegados en esta hora revolucionaria que vive el continente”[2].

El movimiento de ISAL se caracterizó por una importante apuesta de formación intelectual a fin de comprender los “rápidos cambios sociales” que se estaban produciendo en América Latina. Teólogos y científicos sociales de todo el continente colaboraban con escritos en las publicaciones del movimiento contribuyendo con diagnósticos y análisis políticos que fueron conformando un corpus teórico novedoso tanto en el campo de las izquierdas como en el terreno confesional.

Sin embargo, las coyunturas políticas de la “hora revolucionaria” les presentaban otro tipo de desafío que no se resolvía solo con una tarea de “vanguardia intelectual” sino que exigía otro tipo de intervención en el territorio que apuntase a una “toma de conciencia de la realidad” (AA.VV, 1965). Este ya no era un problema meramente intelectual sino también pedagógico: ¿cómo hacer para que aquellos que sufren injusticias las asuman como tales y luchen por revertirlas?

 

2.      UN MÉTODO PARA LA CONCIENTIZACIÓN.

 

En 1967, tras la consulta que convocó a la conducción de ISAL en Piriápolis (Uruguay), se decidió dar inicio al programa “Educación para la justicia social” (EPJS) a cargo de Julio Barreiro (1922-2005) quien además estaba a cargo del Departamento del Publicaciones de ISAL. Barreiro era miembro de la Iglesia Metodista de la Aguada (Montevideo), egresado de la carrera de abogacía de la Universidad de la República aunque su vida profesional estuvo dedicada a la docencia tanto en el instituto metodista Crandon como en las cátedras de de Historia de las Ideas y Ciencias Políticas en la universidad.

Desde su rol en el Departamento de Publicaciones de ISAL, Julio Barreiro desarrolló una tarea central en la articulación entre las redes de militancia político-religiosa y la difusión editorial de las ideas y propuestas de la pedagogía de la liberación. A partir de 1967, los miembros de  ISAL comenzaron a mantener un intercambio epistolar regular con Paulo Freire que se encontraba en Santiago de Chile. El interés de ISAL estaba puesto en producir una “literatura popular” que sirviese a los fines de la “concientización del hombre latinoamericano” (Barreiro, 1969).

Tras un encuentro personal entre Paulo Freire y Julio Barreiro en Chile presumiblemente hacia fines de 1967 se organizó un curso de capacitación específico en el que participaron varios miembros de ISAL. El mismo se llevó a cabo en mayo de 1968 en la ciudad de Santiago de Chile y se denominó Seminario de capacitación para la concientización. El curso estaba organizado conjuntamente por ISAL y el Movimiento Estudiantil Chileno (MEC) y contaba con el apoyo del Instituto de Capacitación e Investigación en Reforma Agraria (ICIRA).

Paulo Freire era considerado por ISAL como un “experto” en la materia de trabajo pedagógico en terreno que aportaría “pericia técnica” a los proyectos que querían llevar adelante en Montevideo (Barreiro, 1969). Tras el golpe de estado en Brasil de 1964, Paulo Freire se exilió en Chile donde comenzó a trabajar como consultor de la UNESCO. Santiago de Chile era una ciudad sede de importantes delegaciones de organizaciones internacionales como la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la Oficina de Educación de UNESCO o la FAO, en la que trabajaban especialistas de toda América Latina constituyendo verdaderas redes intelectuales y un espacio de renovación de las ciencias sociales en el continente (Beigel, 2011).

El clima de apertura política que significaba el gobierno demócrata cristiano de Eduardo Frei Montalva Chile entre los años 1964 y 1970 brindaba a muchos intelectuales que eran expulsados de Brasil nuevas oportunidades. En el caso particular de Paulo Freire, como señala Andrew Kirkendall (2014), fue una oportunidad para seguir experimentando sus técnicas de alfabetización de adultos en el marco de los proyectos de reforma agraria que la nueva administración se proponía llevar adelante. Según plantea Heidi Tinsman (2009), bajo la proclama “Revolución en libertad”, el gobierno demócrata cristiano se proponía realizar una reforma agraria que fortalezca el poder de los campesinos, pero sin acrecentar el conflicto de clases como un modo de neutralizar el avance de la izquierda al tiempo de concretar reformas que mejorasen la productividad y la justicia social. Como señala la autora, la reforma agraria encabezada por Frei Montalva estaba tensionada por esta dualidad entre reparto de tierras y aumento de la productividad. Los sectores progresistas católicos que acompañaban la reforma hacían foco en la distribución de la propiedad y la educación de los campesinos; mientras que sectores tecnócratas católicos ponían el acento en la necesidad del cambio tecnológico para aumentar la producción agrícola del país.

En este marco, entre 1965 y 1967, Paulo Freire se desempeñó como asesor del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) desde el cual colaboraba con distintos organismos gubernamentales como la Jefatura de Planes Extraordinarios de Educación de Adultos del Ministerio de Educación de Chile y la Corporación para la Reforma Agraria (CORA). A partir de 1968, comenzó a realizar dicha tarea de asesoramiento desde el Instituto de Capacitación e Investigación en Reforma Agraria (ICIRA) conducido por Jacques Chonchol uno de los dirigentes más importantes de los sectores radicalizados del catolicismo chileno (Valenzuela, 2014).

El objetivo de Paulo Freire en ICIRA era realizar tareas de asesoramiento a los procesos de educación de campesinos de modo más sistemático al que venía realizando desde el INDAP. En su plan de actividades a desarrollar durante 1968, planteaba que los campesinos no debían considerarse  como meros objetos de la reforma sino como sujetos de la transformación del agro chileno. Asimismo, respecto al problema del “aumento de producción”, en clara alusión a la disputa entre distintos sectores dentro de la reforma agraria, sostenía que no era discutible su necesidad sino más bien que debía discutirse la forma de comprender y conseguir dicha productividad. Allí hacía hincapié en la necesidad de articular el “saber científico” de los ingenieros agrónomos con el “saber empírico” de los campesinos. Por ello, se proponía capacitar al personal técnico de los organismos gubernamentales vinculados a la reforma agraria en su “método psico-social” de alfabetización funcional (Freire, 1968).

En el marco de estas capacitaciones, como se indicó anteriormente, Paulo Freire brindó un seminario especial en el que participaron varios integrantes de ISAL en mayo de 1968. Entre ellos se encontraba Julio Barreiro quien posiblemente allí pudo hacerse de algunos materiales mecanografiados y del permiso para publicarlos en Montevideo[3]. Efectivamente, en el mes de octubre de 1968, fue publicado un suplemento especial de la revista Cristianismo y Sociedad bajo el título “Contribución al proceso de concientización en América Latina”.

El material era presentado como una edición no comercial  reservado para uso interno y exclusivo de ISAL y los subscriptores protestantes. Compilaba varios textos de Paulo Freire como así de otros colegas residentes en Chile como Raúl Velozo Farías, José Luis Fiori, Ernani María Fiori y Jorge Mellado que oficiaba de traductor del portugués al español[4]. Los textos eran presentados como materiales “imprescindibles para todos aquellos que deseen aplicar el método del Prof. Paulo Freire en el proceso de concientización del pueblo latinoamericano”. La “nota explicativa” aclaraba que se trabada de un “excelente material [que mostraba] una nueva concepción de la educación, con una pedagogía propia, capaz de conducir al hombre desde su condición de ser un simple objeto dentro de la actual sociedad, hasta su debido lugar, el de ser SUJETO en el proceso histórico de nuevo mañana”[5].

La publicación de este suplemento especial de Cristianismo y Sociedad resulta relevante al menos en dos sentidos. En primer lugar, a diferencia de los materiales producidos por ICIRA, esta edición montevideana de textos freireanos no quedó restringida a los lectores locales sino que pudo desplegarse rápidamente por toda América Latina a partir de agencias distribuidoras de la revista protestante ubicadas en más de catorce ciudades del continente. Como se mencionó en el apartado anterior, las publicaciones protestantes estaban inscriptas en una larga tradición de edición confesional y en una significativa red de librerías que les permitía a ISAL hacer llegar sus libros y revistas a los lectores evangélicos latinoamericanos.

En segundo lugar, el suplemento marcó el inicio de un nuevo emprendimiento por parte de Julio Barreiro: la creación de la editorial Tierra Nueva. Bajo este nuevo sello editorial, se prosiguió la publicación de Cristianismo y Sociedad y se dio comienzo a una vasta producción de libros que buscaban trascender el mundo estrictamente confesional para alcanzar un universo de lectores más amplio. Los vínculos estrechados entre Julio Barreiro y Paulo Freire en Santiago de Chile, le permitieron contar a la naciente editorial con los “derechos exclusivos” para publicar los libros del pedagogo en castellano.

De este modo, Tierra Nueva publicó los siguientes títulos de Paulo Freire: La educación como práctica de la libertad (1969), Pedagogía del Oprimido (1970), ¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural (1973), Acción cultural para la libertad (1975), y más tarde, Cartas a Guinea-Bissau. Apuntes de una experiencia pedagógica en proceso (1977). Asimismo, editó un conjunto de libros inspirados en la pedagogía freireana como Conciencia y Revolución (1969), Se vive como se puede (1969), Educación para el Cambio Social (1974) que incluyen como autores a Ivan Illich, Pierre Furter, Julio de Santa Ana, Hiber Conteris y el propio Julio Barreiro, entre otros.

Si bien Tierra Nueva se jactaba de contar con los derechos de edición en castellano, en los primeros años algunos títulos coexistieron con ediciones chilenas. El propio ICIRA, contaba con un sello editorial propio y una colección de más de veinte libros referidos a temáticas como la tenencia de la tierra, los asentamientos campesinos, temas jurídicos de la reforma agraria, así como también sobre estructura social del agro chileno. Dentro de su catálogo, había impreso en julio de 1969 La educación como práctica de la libertad traducida por Jorge Mellado, con el prólogo de Antonio Corvalán quien era el director del instituto y la introducción a cargo de Francisco Weffort. Asimismo, en el mismo año ICIRA publicó ¿Extensión o comunicación? y Sobre la acción cultural cuya edición estuvo a cargo Marcela Gajardo y Jorge Mellado[6].

En el caso de editorial Tierra Nueva, publicó La educación como práctica de la libertad en Montevideo en noviembre de 1969, con una traducción a cargo de Lilián Ronzoni de la versión en portugués de la editorial Civilização Brasileira S.A. y un prólogo escrito por el propio Julio Barreiro. En una publicidad del N°21 de Cristianismo y Sociedad, el libro era presentado como un “concepción revolucionaria de la alfabetización” y el “método Paulo Freire” como una herramienta que buscaba provocar en el analfabeto “un desarrollo de su conciencia política con vistas a su participación en el proceso de liberación nacional” dando cuenta del sentido político que los protestantes le otorgaban a dicha pedagogía. Más que un método de enseñanza de la lectura y la escritura para adultos, el “método Paulo Freire” era entendido por los editores protestantes como un instrumento de intervención en las coyunturas políticas del momento.

Por su parte, si se considera el libro Pedagogía del Oprimido, cabe señalar que su versión en español fue publicada por primera vez en noviembre de 1970 en Montevideo. Si bien el texto fue producido por el autor durante su estadía en Chile y traducido por Jorge Mellado no llegó a publicarse en dicho país, quizás porque ya comenzaba a efectivizarse la exclusividad de Tierra Nueva para publicar los libros de Paulo Freire en español. En cambio, su versión en inglés si apareció el mismo año en la ciudad de Nueva York a través de la editorial cristiana Herder & Herder. No resulta casual que el prólogo de la edición neoyorkina haya estado a cargo de Richard Shaull, uno  de los referentes teológicos ISAL, quien se encontraba nuevamente en Princeton al mismo tiempo que Paulo Freire transitaba una estancia de investigación en Harvard durante el primer año de la década del setenta. Las relaciones entre Paulo Freire y el protestantismo no se discontinuaron allí, sino que se consolidaron institucionalmente. Como señala Andrew Kirkendall (2014), desde 1970 hasta el retorno a su Brasil natal en el año 1980 el pedagogo se desempeñó en la Oficina de Educación del CMI en Ginebra donde encontró un escenario propicio para proseguir con sus trabajos de alfabetización en terreno ahora asociados al continente africano.

Sin embargo, la edición de los libros freireanos por parte de Tierra Nueva logró trascender las fronteras propias de la comunidad religiosa. Sin bien la red de librerías ecuménicas le brindaba a la editorial montevideana un canal de distribución conocido, la demanda creciente por los títulos de Freire superó la capacidad de Tierra Nueva para dar respuestas al éxito en las ventas. De este modo, es posible comprender las razones por las que Julio Barreiro estableció un acuerdo de co-edición con editorial Siglo XXI. Esta editorial había sido creada en México en 1965 por Arnaldo Orfila Reynal tras su polémico desplazamiento como director del Fondo de Cultura Económica y se caracterizaba por poseer títulos originales de los autores más novedosos del marxismo latinoamericano (Sorá, 2008). De este modo, la alianza de co-edición con Siglo XXI le permitió a Tierra Nueva ampliar sustantivamente la distribución de los libros de Paulo Freire a un público lector asociado al pensamiento progresista y el mundo de las universidades.

A pesar de sufrir persecuciones, clausuras y exilios, los editores protestantes de Tierra Nueva lograron mantener activa la editorial durante los gobiernos autoritarios y dictatoriales de la década del setenta. Hacia mediados de los años ochenta, ya sea por las dificultades asociadas al mercado interno del libro como a nuevas oportunidades laborales brindadas por la apertura democrática, la editorial Tierra Nueva dejó de existir. Sin embargo, editorial Siglo XXI mantuvo los derechos de autor de Paulo Freire en español que hasta hoy en día se mantiene vigente con renovadas reediciones.

 

REFLEXIONES FINALES

 

El estudio del libro en tanto vehículo material de la circulación de ideas pedagógicas y de los editores en tanto agentes mediadores entre los pedagogos y el público lector proponen nuevas preguntas y materiales de indagación a la historia de la educación. Permiten sobre todo descentrar la mirada de la figura del autor para reconocer otros sujetos que resultaron relevantes en la difusión de corrientes pedagógicas que de otro modo no hubiesen sido conocidas ni practicadas.

En este artículo se intentó dar cuenta del rol del protestantismo en la circulación de las ideas y prácticas pedagógicas de Paulo Freire en la historia reciente de América Latina. Para ello, se caracterizó a ISAL como un movimiento político y religioso del protestantismo latinoamericano que propuso un nuevo modo de expresión del cristianismo en diálogo con los procesos políticos del continente y con tradiciones intelectuales de izquierda. Si en el plano teológico, el modo de ser cristianos debía expresarse en una actitud responsable ante las rápidas transformaciones sociales; en el terreno político, esto se traducía en un trabajo de concientización con los sectores populares. De allí el interés que los protestantes encontraban en las ideas y prácticas pedagógicas de Paulo Freire. Su “método de alfabetización” era considerado el instrumento necesario para un proceso de “concientización política” más que una experiencia meramente ligada a la enseñanza de la lectura y la escritura.

Los protestantes de ISAL fueron decididos agentes de la circulación de la pedagogía freireana. Desde los primeros contactos con Paulo Freire en Chile, lograron desplegar toda una serie de iniciativas editoriales a partir de las cuales fueron ampliando progresivamente el alcance de las propuestas del pedagogo brasileño. Los vínculos con ICIRA permitieron “préstamos” que fueron mucho más allá de las propias comunidades de lectores locales. En ese sentido, la creación de la editorial Tierra Nueva y los acuerdos de co-edición con Siglo XXI permitieron ampliar los canales de distribución más allá de las agencias confesionales alcanzando así a los lectores vinculados al pensamiento progresista tanto en América Latina como en otras partes del mundo.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

 

Abrecht, P. (1963). Las iglesias y los rápidos cambios sociales. Buenos Aires: Aurora. AA.VV. (1965). Hombre, ideología y revolución en América Latina. Montevideo: ISAL.

Barreiro, J. (1969). Una experiencia piloto en base al método de Paulo Freire. En Cristianismo y Sociedad, (18), Año VII, Montevideo: ISAL.

Bastian, J. P. (1994). Protestantismos y modernidad latinoamericana. Historia de unas minorías religiosas activas en América Latina. México: Fondo de la Cultura Económica.

Beigel, F. (2011). Misión Santiago. El mundo académico jesuita y los inicios de la cooperación internacional católica. Santiago, Chile: LOM Ediciones.

Caetano, G. (2012). Terceros en discordia. Protestantismo y secularización. En El Uruguay Laico. Matrices y revisiones (1859-1934). Montevideo: Taurus.

Calasso, Roberto. (2014). La marca del editor. Barcelona: Anagrama.

Darnton, R. (2010). El beso de Lamourette: reflexiones sobre historia cultural. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

De Vries, E. (1962). El hombre en los rápidos cambios sociales. México: Casa Unida de Publicaciones.

Elisalde, R. (2015). Paulo Freire: Educación popular, Estado y movimiento sociales. Una experiencia de gestión al frente de la Secretaria de Educación de San Pablo (1989-1991). Buenos Aires: Biblos.

Fernández Mouján, I. (2016). Elogio de Paulo Freire. Sus dimensiones ética, política y cultural. Buenos Aires: Noveduc.

Freire, P. (1968). La alfabetización funcional en Chile. Santiago de Chile, ICIRA, CORA INDAP, Ministerio de Educación. [Consultado en la Biblioteca Nacional de Chile el 08/10/2015].

Gutiérrez, G. (1971). Teología de la Liberación: perspectivas. Salamanca: Sígueme. Hobsbawn, E. (1994/2006). El tercer mundo y la revolución. En Historia del siglo XX. Buenos Aires: Crítica.

Kirkendall, A. (2014). Paulo Freire and the Cold War Politics of literacy. Chapel Hill: The Univesity of North Carolina Press.

Löwy, M. (1999). Guerra de dioses: religión y política en América Latina. México: Siglo XXI.

Puiggrós, A. (2011). De Simón Rodríguez a Paulo Freire: educación para la integración iberoamericana. Buenos Aires: Editorial Colihue.

Rebolledo Fica, E. N. (2013). Liberalismo y ascetismo protestante en la construcción de la ciudadanía en la Argentina de principios del Siglo XX. Revista Colombiana de Educación, (65), 319-340.

Rodríguez, L. (2015). Paulo Freire. Una biografía intelectual. Surgimiento y maduración de la pedagogía del oprimido. Buenos Aires: Editorial Colihue.

Roldán Vera, E. (2011). Internacionalización pedagógica y comunicación en perspectiva histórica: la introducción del método de enseñanza mutua en Hispanoamérica independiente. En Caruso, Marcelo; Tenorth, Heinz- Elmar (comp.) Internacionalización. Políticas educativas y reflexión pedagógica en un medio global. Buenos Aires: Granica.

Roldán, A. (2011). La teología contextual de Richard Shaull: del paradigma de la revolución al paradigma de la liberación. En Teología y Cultura, año 8, (13), 27-47.

Shaull, R. (1955). El cristianismo y la revolución social. La Aurora, Buenos Aires. Shaull,  R.  (1970).  Perspectiva  teológica  de  los  cambios  revolucionarios. En AAVV. Hacia   una   revolución   responsable. La   Aurora,   Buenos   Aires. [Traducción de un texto original de 1966 editado por el Consejo Mundial de Iglesias bajo el título “Christian Social Ethics in a Changing World].

Sorá, G. (2008). Edición y política: Guerra fría en la cultura latinoamericana de los años 60. Revista del Museo de Antropología, 1, 97-114.

Tinsman, H. (2009). La tierra para el que la trabaja. Género, sexualidad y movimientos campesinos en la Reforma Agraria chilena. Santiago, Chile: LOM Ediciones.

Valenzuela, E. (2014). Dios, Marx… y el MAPU. Santiago, Chile: LOM Ediciones.



[1] Desde inicios del siglo XX, por ejemplo, pueden identificarse revistas como La Nueva Democracia (circa 1930) y La Reforma, El Predicador Evangélico (1943) y Cuadernos Teológicos (1950- 1967) en Argentina, o revistas como Arco Iris para la infancia evangélica y La Idea de difusión doctrinaria en Uruguay.

[2] Hiber Conteris, “Nuestro punto de vista”, Cristianismo y Sociedad N°1, Año I, Montevideo, ISAL, 1963.

[3] Entre los materiales producidos en el marco de ICIRA se pudo consultar en la Biblioteca Arguedas: ICIRA (1968). A propósito del tema generador y del universo temático. Material mecanografiado; ICIRA (1968). Algunos trabajos realizados por el profesor Paulo Freire. Material mecanografiado.

[4] Contenido del suplemento de Cristianismo y Sociedad: “La alfabetización de adultos” por Paulo Freire; “La concepción “bancaria” de la educación y la deshumanización. La concepción problematizadora de la educación y la humanización” por Paulo Freire; “Investigación y metodología de la investigación del ‘tema generador’” por Paulo Freire; “A propósito del tema generador y del universo temático”, por Paulo Freire; “Sugerencias para la aplicación del método en terreno” por Paulo Freire y Raúl Velozo Farías; “Relación bibliográfica: consideraciones críticas en torno del acto de estudiar” por Paulo Freire; “Dialéctica y libertad: dos dimensiones de la investigación temática” por José Luis Fiori; “Aprender a decir su palabra: el método de alfabetización del profesor Paulo Freire”, por Ernani María Fiori.

[5] Suplemento especial de la revista Cristianismo y Sociedad (1968). ISAL, Montevideo.

[6] Estos ejemplares pudieron ser consultados en la Biblioteca José María Arguedas de la Biblioteca Nacional de Chile en octubre de 2015.