Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Pablo Lacroix

Número 31/Otoño 2021

_________________________________________________________________________________ ___________________

Asimismo, Bourdieu muestra el continuo movimiento que se produce en el campo editorial, destacando el significativo rol de las editoriales nuevas en este dinamismo: estas editoriales «arrancan el orden literario establecido en la inmovilidad». Así, las editoriales nacientes son la vanguardia, las que toman riesgos y proponen lo nuevo, arrastrando a las establecidas hacia el pasado o hacia lo clásico, en una imagen que se asemeja al ángel de la historia de Walter Banjamin (Slachevsky 2016: 114- 115).

Una editorial independiente, sin importar su prolijidad en el oficio —que de todos modos significa un factor crítico—, es un agente que contribuye con el crecimiento cultural, al menos cuando promueve nuevas voces o rescata voces olvidadas y fuera de mercado imperante. Una editorial independiente contribuye con el patrimonio de una nación. En palabras de Cristóbal Gaete (2012) “las editoriales independientes en Chile han crecido, a medida que la escena editorial transnacional continúa neutralizando escrituras y manteniendo propuestas conservadoras (133), lo que permite la apertura y el crecimiento del ecosistema cultural por medio de discursos políticos y estéticos innovadores. “Es dejar que las obras brillen y hablen por sí mismas buscando un nicho intelectual y afectivo que las contenga y haga crecer con otras lecturas y con las contingencias sociales y políticas” (6). Por lo tanto, bajo este contexto emergen proyectos editoriales con aspiraciones serias al momento de aportar en el fomento de la sensibilidad, entendimiento, apreciación cultural y crecimiento de la sociedad sin importar el número del tiraje o la cantidad de ejemplares por edición, sin importar incluso si la llegada del libro sea a todo el país o a una pequeña zona del mercado.

Si bien la edición independiente no se preocupa directamente de los réditos económicos y la utilidad generada por un título, dicho proceso puede acontecer en un síntoma grave de su relación efectiva entre la dimensión cultural y la económica, ya que a medida que la empresa vive —y se va adaptando o no a las exigencias del mercado—, debe superar esa trinchera que le permita transformarse en un sello rentable. No obstante, dicho síntoma también refleja el grado de heterogeneidad que caracteriza a este grupo.

El contexto heterogéneo se manifiesta al observar las distancias existentes en los grados de profesionalismo con que operan. Este fenómeno, que se vincula tanto con la formación de los editores — autodidacta o no—, y con la trayectoria de la editorial, se tensan cuando se estudian las condiciones iniciales de cada proyecto. Por ejemplo, el capital inicial de cada empresa, el tiempo de ejecución y dedicación que los editores pueden brindar a su sello —ya que la mayoría de estos trabajan en otros oficios,

102

Editoriales independientes en Chil e

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

y en muchos casos ajenos al de la edición—, la cantidad de integrantes y trabajadores que posee, la distribución interna de las tareas editoriales que deben cumplir dichos integrantes, o los niveles de producción, distribución y venta de cada editorial, son factores que inciden y manifiestan dicha heterogeneidad (Fuentes, Comunicación personal 2018).

El grado de profesionalismo también se evidencia en el modo de obrar de las editoriales independientes en las distintas etapas de producción de un libro. La mayoría de ellas se concentra casi exclusivamente en la edición del contenido y el diseño de cubiertas, pero descuida la distribución, difusión y plan de marketing, marco regulador y elemento fundamental para la recepción exitosa de un producto, y que determina, jerarquiza y posiciona a cada empresa en el campo cultural.

Un sello editorial pequeño y/o principiante, por ejemplo, comúnmente no aspira —o no puede aspirar — a un nivel de impacto y solvencia que no se aleja de su nicho en el mercado, porque sus recursos iniciales le impiden sostener un catálogo con títulos que establezcan un espacio de consumo expansionista, con un público fiel, con un crecimiento de lectores sostenido, y un nivel de ventas regular. Dicha situación no se produce por falta de interés, de aspiraciones o porque su política editorial no se lo permita, sino más bien porque su capital económico y cultural es limitado, de modo que no poseen el impacto necesario — principalmente simbólico— para integrar en su catálogo a autores consagrados o de renombre, como se evidencia en los sellos ASKASIS (Santiago), LA POLLA LITERARIA (Santiago), PRIMEROS PASOS EDICIONES

(Rancagua), entre otros, por lo tanto, su capital cultural es estático. Sin embargo, otras editoriales, bajo el mismo contexto independiente, pueden adquirir autores de nivel e impacto en el medio, sin importar sus recursos iniciales ni características y materiales de producción, como se evidencia en el trabajo de GARCETA EDICIONES (Santiago), LOS LIBROS DEL CARDO (Valparaíso), NARRATIVA PUNTO A PARTE

(Valparaíso), CAMINO DEL CIEGO EDICIONES (Los ángeles) y DEL AIRE EDICIONES (Araucanía), por nombrar algunas, fenómeno que en muchos casos se comprende y limita por el prestigio del editor.

La diferencia entre el impacto y el modelo editorial de diversos sellos se relaciona, en estricto rigor, con el posicionamiento de la empresa en el campo cultural, la red de contactos que nutre o disminuye su posicionamiento y su valor como agente productor, estético y político dentro del tejido simbólico que se configura en el mercado. Dicha situación se observa, por ejemplo, en que muchas editoriales independientes publiquen mayoritariamente a sus cercanos —de hecho, muchos editores independientes

103

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Pablo Lacroix

Número 31/Otoño 2021

_________________________________________________________________________________ ___________________

también son escritores—, por ejemplo, amigos o colegas del mundo literario, porque en primera instancia son el tipo de autores a los que pueden acceder, tanto por su nicho de trabajo y su capital económico, como por su relación con el medio y su capital simbólico. Sin embargo, una editorial independiente de mayor trayectoria, respetada en el circuito y que ha potenciado, validado su empresa —que se ha hecho un nombre— y que ha profesionalizado su labor, logrando utilidades y generando estrategias positivas al momento de promocionar sus títulos, paulatinamente sobrepasa el rango de editorial principiante y/o pequeña, debido a que podrá acceder a títulos rentables, autores con trayectoria y por lo tanto, podrá realizar apuestas seguras, o incluso apostar por autores totalmente desconocidos para el medio, pero que su catálogo respalda, valida y moviliza. Este accionar permite que la empresa genere utilidades y reciba ingresos, es decir, que se transforme en una editorial solvente del mismo modo que las medianas y grandes empresas (Fuentes, Comunicación personal 2018).

Un ejemplo de dicho fenómeno es la editorial KINDBERG de Valparaíso, que, a pesar de ser una editorial pequeña, su catálogo se conforma por autores de primer nivel, como Enrique Vila-Matas, Laia Jufresa y Sergio Chejfec, autores de trayectoria internacional, y que también cuenta con autores emergentes, como es el caso de Maivo Suárez, que en principio se autoeditó, y que ahora cuenta con un respaldo y prestigio como autora de la nueva narrativa chilena. Además, la autora cuenta con otro respaldo, los premios, como es el Premio Municipal Juegos Literarios Gabriela Mistral, año 2017, en categoría novela inédita.

Como [expresó] en su catálogo el editor alemán Klaus Wagenbach,

[…] las editoriales pequeñas no están repletas de expertos en marketing”. Las lleva gente que hace libros, animada por la pasión o por la fuerza de sus convicciones, y por cierto no por la perspectiva de ganancias (…). Si los libros de tiradas pequeñas desaparecen queda comprometido el porvenir. El primer libro de Kafka tiró 800 ejemplares, y el de Brecht 600. ¿Qué habría pasado si alguien hubiera decidido que no valía la pena publicarlos?” (Schiffrin 2001: 94).

La cita anterior es tan entusiasta como reveladora. Primero presenta la normalización de la falta de experticia en los editores al tratar asuntos comerciales, y segundo, entrega una visión romántica del oficio, dominada por lo pasional, nublando así el juicio crítico. Que las editoriales pequeñas no estén repletas de expertos en marketing es una condición, pero nunca una justificación de su gestión —negativa o positiva . Bajo un plano profesional, un sello editorial debe ser consciente de que para posicionar un libro en el

104

Editoriales independientes en Chil e

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

mercado se necesita de una preocupación total por el contenido y la movilización de este. Por lo tanto, la pasión y la fuerza de sus convicciones son componentes relevantes en la producción de libros, pero no los únicos para que la empresa sea exitosa.

Continuando con la pasión del editor y la fuerza de sus convicciones, Tania Encina (2012), directora de DAS KAPITAL, expresó que los editores independientes “son actores que plantean y proponen al público panoramas, análisis del estado de la industria y propuestas diferentes a las ya tradicionales editoriales instaladas en el mercado” (82), apelando de esta manera a la diversidad cultural por sobre las trincheras económicas que coordinan el mercado. La EDITORIAL CUNETA, por su parte (2012), propone la labor editorial como un acto necesario a pesar de los conflictos: “hoy casi nadie lee, pero hay quienes insisten en que ciertas escrituras deben publicarse, difundirse, leerse” (82). Claramente, el caballo de batalla de EDITORIAL CUNETA es una apuesta por la literatura de calidad, por “libros que consideramos indispensables” (76), vale decir, que el público necesita leer y que aportan al capital cultural de una nación.

Lo anterior se perfila desde la óptica política, desde la misión editorial, desde el pathos del editor y desde el poder de sus convicciones, pero para que aquello se materialice y se solvente con el paso de los años se necesita de un plan económico eficiente. De este modo, las editoriales independientes se representan a sí mismas como armas sociales, como gestores de una identidad que encamina el mejoramiento social y, por añadidura, la crítica, tanto de nuestro pasado cultural como de nuestro frágil presente, pero no se debe olvidar que, ante todo, son empresas cuya pugna es la permanencia y continuidad por medio de la inversión y el rédito:

En Chile posdictadura no existió voluntad para generar políticas públicas en relación con la edición. Claramente hoy se paga el costo: una masa mal educada, avanzando sin piedad al mal. Así, frente a un panorama desalentador en el plano cultural es que diferentes personas o colectivos han ido fundando sellos editoriales independientes. Poetas, narradores, egresados de edición, etcétera, dan origen a una escena reconocible. Son capaces de publicar y sostener lo más nutritivo del mundo de la escritura en el Chile actual (Montecinos 2012: 29).

En la cita anterior Montecinos critica el sistema de políticas públicas que impera en nuestro país, y de manera implícita también al ciudadano y su nivel de educación y compromiso con la lectura; sin embargo,

105

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Pablo Lacroix

Número 31/Otoño 2021

_________________________________________________________________________________ ___________________

no existe una crítica al mercado editorial al que pertenece, que en varios casos evidencia falta de oficio y gestión profesional. Frente a esto, la editorial LA CALABAZA DEL DIABLO (cuyo director es Marcelo Montecinos) pertenece al grupo de editoriales independientes que, a pesar de contener un catálogo sóli do y autores de alto valor cultural, su nivel de distribución y marketing provocan —arbitrariamente, o no — que su impacto en el medio se reduzca a pertenecer únicamente a un pequeño nicho comercial, conformado por los mismos editores, escritores e intelectuales que protagonizan el mercado independiente. También se puede hablar de una política editorial dedicada a centralizar su trabajo en la preocupación por ser un catálogo de nicho, reconociendo, y evaluando de esta manera, sus capacidades, potencialidades y limitaciones. Dejo abierto el caso.

Sin embargo, tales condiciones y procesos no se deben analizar desde una perspectiva inocente. La mayoría de estos factores negativos son síntomas del sistema social y económico chileno que padece de una educación e interés por la cultura empobrecido insistentemente a través de los años, en especial desde el inicio de la Dictadura y el cambio radical en la Constitución y el desarrollo de políticas públicas, que mermó y aniquiló todo intento de desarrollo cultural. El desarrollo solapado del oficio editor no solo se produce por la falta de interés y conocimientos, es también debido a la carencia sistemática, que el capitalismo salvaje sostiene y elimina casi toda posibilidad de que una empresa cultural perdure en el tiempo, o crezca.

Continuando con esta perspectiva, las editoriales “independientes alimentan su “alternativismo” , privilegiando la expresividad estética y social, situándose en las antípodas de la concepción comercial del libro” (Subercaseaux 2000: 86), propuesta que se observa incluso en algunos nombres de los sellos que conforman este mercado —para nada formales—, como por ejemplo “NUTRICIÓN PARA EL ALMA ; SIMPLEMENTE EDITORES; AJIACO, LA POLLA LITERARIA; RABIOSAMENTE INDEPENDIENTES; C HANCACAZO

y PANTALÓN CORTO” (86). Alternativismo que también se evidencia en su plan comercial, donde la mayoría se escapa de la cadena natural del libro, para aplicar un modelo de negocio rudimentario —no es extraño, por ejemplo, observar libros sin ISBN—, ajustándose a la realidad de su producción, sus límites, intereses y condiciones, asumiendo que, en muchos casos, esto también se debe a una posición política en contra del sistema industrial y comercial del libro en Chile, sea justificable, comprensible, o no.

106

Editoriales independientes en Chil e

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Otra dimensión fundamental de la caracterización de estas editoriales es la distribución y venta de su producción, la gran mayoría de las editoriales (65%) no hace uso de empresas distribuidoras externas para comercializar sus libros, asumiendo ellos mismos la desgastante tarea de llevar sus títulos a los puntos de venta. Asimismo, respecto de los principales canales de comercialización de los libros, se constata que, dentro de los canales de venta directa ocupados por las editoriales, los más importantes son ferias y lanzamientos, utilizados por un 92% del total de editoriales estudiadas. En relación con los principales canales de venta externa, se aprecia que el punto de venta fundamental son las librerías pequeñas y medianas, medios en los cuales un 85% de las editoriales comercializa sus libros. Además, es interesante constatar que solo un 42% utiliza grandes cadenas de librerías, como Antártica o Feria Chilena del Libro. Estos datos permiten plantear algunas hipótesis. Por ejemplo, que muchas veces estas editoriales se dirigen a un público más especializado que el que frecuenta las grandes cadenas. También que estas editoriales no cumplen con las exigencias mínimas de entrada a librerías de cadena, o que la situación desfavorable para las pequeñas editoriales y microeditoriales, en lucha por los espacios en exhibición en estos negocios, no las hace atractivas como puntos de venta (Ferreti y Fuentes 2016: 97- 98).

Si bien un grupo de editoriales independientes no cumple con los estándares mínimos de calidad y profesionalismo, es innegable que el impacto cultural y el capital económico de otras editoriales que pertenecen a la misma categoría, el de las empresas independientes que, por medio de un alto oficio, y que se acercan bastante al nivel y funcionamiento de sellos como PLANETA, EDICIONES B o PENGUIN R ANDOM

HOUSE, evidencian que el crecimiento de una empresa independiente es efectivo y posible. Sellos destacados como OVEROL, CUADRO DE TIZA, CUNETA, OXÍMORON, KINDBERG, LA POLLERA , MONTACERDO, entre otros, ejemplifican que dentro de esta dimensión de la industria existen empresas que por su aporte cultural y habilidad empresarial adquieren prestigio y reconocimiento. Son sellos que contribuyen al patrimonio y la cultura contemporánea por medio de títulos de calidad, prolija manufactura, una distribución eficiente y un plan de marketing exitoso.

Hoy es posible hablar de una realidad editorial muy diferente a la de hace 15 años atrás. El medio ha constatado la llegada y construcción de un mundo editorial diverso al representado por las tr ansnacionales. El llamado mundo de la edición independiente se las ha ingeniado para dar realidad a nuevas voces. Gran parte de la poesía y de la narrativa actual fluyen a través de la sangre de editoriales independientes. [… ]

107

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Pablo Lacroix

Número 31/Otoño 2021

_________________________________________________________________________________ ___________________

Se está en presencia de una práctica diferente en relación con el mundo del libro transnacional (Montecinos 2013, párrafo 3).

La mayoría de las editoriales independientes prioriza la publicación de obras necesarias por sobre el rédito económico, fenómeno que, tan peligroso como destacable, va acompañado de prácticas comunitarias que, a modo de vías cooperativas, optan por el trabajo entre editores —en vez de obrar en soledad—para así enfrentar al imperio de las empresas multinacionales, situación parecida a lo que se refirió Montecin os como el ingeniárselas para dar realidad a nuevas voces. Ejemplo de esto es la COOPERATIVA DE E DITORES DE LA FURIA, que reúne tanto a editores independientes de la Región Metropolitana como de diversas regiones del país, con el propósito de generar instancias de apoyo comunitario que solucionen la entrada de estas editoriales a eventos, exposiciones y espacios para la venta de sus catálogos, como la presencia de estas en la feria LA PRIMAVERA DEL LIBRO y LA FURIA DEL LIBRO, o espacios donde comparten y compiten contra medianas y grandes empresas, como FILSA o ferias internacionales:

Ahora bien, si dentro de esta gran proliferación de editoriales independientes lo que aparece con mayor énfasis es la política colectiva del “editor”, lo que no puede pasarse por alto es que la mayoría de estas editoriales está conformada por “escritores”. Han sido en gran parte poetas, narradores, ensayistas, etc., quienes han decidido producir sus propias obras y espacios de producción y difusión haciendo frente al desinterés de las grandes industrias editoriales. Esto último, no sólo las ha llevado a colectivizar sus esfuerzos para tener una mayor influencia y visibilidad dentro de la sociedad, sino que les ha dado la posibilidad de aventurarse hacia nuevas formas de sensibilidad, ya sea, por la incorporación en sus catálogos de la escritura de autores emergentes, o bien, por el rescate de obras y autores que históricamente han tenido una escasa difusión; ya sea, por los riesgos estéticos —e incluso económicos— que estas editoriales han asumido al volver a transformar al libro en un “objeto” estético, o bien, por salir en la búsqueda de nuevos formatos de producción y difusión que acerque distintos tipos de escritura a variados tipos de público (Farías 2017, párrafo 11).

La edición independiente chilena está pasando por un momento particular, puesto que en los últimos años se ha manifestado un incremento notorio en la constitución de nuevas empresas. Sin embargo, y como se ha mencionado con anterioridad, dicho fenómeno acarrea un problema sustancial, que se refleja en el hecho de que la aparición constante de nuevas editoriales no promueve necesariamente el aumento en la

108

Editoriales independientes en Chil e

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

calidad del oficio. Sumado a lo anterior, en la mayoría de los casos las nuevas editoriales no operan con mayor profesionalismo que los sellos de inicios de los 90, por lo que el mercado independiente es sinónimo de heterogeneidad tanto por las diferencias en la profesionalización del oficio como por el capital económico y cultural que define a cada editorial y las diferencia de otras.

Son varios los factores que permiten observar el carácter heterogéneo de este grupo, y junto a ello, que varios de estos sellos se encaminan o se estancan en el desarrollo profesional del oficio. Sobre este punto, en muchas ocasiones no se firman contratos editoriales, no existen regalías para el autor y muy pocas veces surgen reimpresiones, de modo que varios de los autores consagrados no se interesan por ser parte del mercado independiente, salvo ciertas excepciones, como autores que por amistad o ideales personales deciden publicar en estos sellos, o que aceptan la invitación de editores independientes de prestigio y reconocimiento social. Que confían en su trabajo.

Otro ejemplo esclarecedor es la nula o ineficiente distribución en librerías. Esto genera que las editoriales y sus libros no ingresen a los campos de exhibición habituales y por ende se anulen u opaquen ante libros que —al amparo de empresas con una capacidad económica mayor—poseen los recursos necesarios para generar estrategias de prensa, contar con un equipo de marketing que potencie el impacto del libro y sostener un nivel de difusión que los posicione por sobre otros títulos, tanto del medio transnacional como del medio independiente.

Esta situación también se evidencia cuando se evalúa la actividad del sector independiente en el mundo digital. Muchas editoriales no cuentan con página web o el catálogo presente en la página no está actualizado. La mayoría de los autores no son publicados en formato e-book —fenómeno que también ocurre en la mayoría de las medianas y grandes empresas—. Los editores no se preocupan o no se esfuerzan por que todo su catálogo aparezca en medios digitales (ni físicos), y no interactúan con sus seguidores en Redes Sociales, lo cual resta impacto en el medio y les quita visibilidad. Esta situación, sin embargo, ha cambiado luego de la crisis observada en el ecosistema del libro durante la pandemia, que debió adecuarse y formular un nuevo modelo: ventas por internet, producción de libros digitales, eventos y lanzamientos de libros por medio de un encuentro en línea, etc.

109

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Pablo Lacroix

Número 31/Otoño 2021

_________________________________________________________________________________ ___________________

Si bien es preocupante que varios de estos sellos evidencien un trabajo de producción y difusión dudoso, los factores son diversos y en algunos casos inevitables. Factores que además varían caso a caso. Para una editorial instalada en Aysén, por ejemplo, invertir en distribución a nivel nacional puede significar un gasto excesivo de esfuerzo y dinero, o también un sinsentido si su catálogo está dirigido al público sureño y los lectores de su región. Para otros, distribuir sus libros por todo el país puede ser la clave necesaria para que el proyecto sea rentable, ya que su catálogo tiene un carácter abierto, nacional y hasta latinoamericano. Algunos simplemente no pueden distribuir a gran escala porque su tiraje no supera los doscientos ejemplares, situación que puede darse tanto por una decisión editorial como por las condiciones económicas de la empresa. Otros, en cambio, operan de manera tan profesional como los grandes conglomerados, tanto en su distribución y rentabilidad económica como en otras áreas del oficio. Otro factor es que la mayoría de las librerías de Chile están concentradas en la Región Metropolitana, por lo que las editoriales de regiones optan por distribuir su catálogo en ferias regionales, librerías locales o venta directa.

La diferencia de condiciones, sumado a las diversas propuestas políticas e ideológicas al momento de perfilar un catálogo, establecen las características básicas de la industria independiente en Chile; un campo heterogéneo, en disputa, que se compone por editoriales aficionadas y profesionales que se ajustan a las condiciones geográficas, económicas y culturales de su espacio de producción: territorio material e inmaterial que lucha por una distribución e impacto efectivo en el campo cultural chileno.

Conclusiones: La edición independiente como un desafío

La escritura de este documento es un acercamiento e intento de definición de lo que es y lo que no es una editorial independiente en Chile. Para cumplir con lo anteriormente mencionado fue necesario desarrollar un viaje que inicia con la inserción de estos sellos en el mercado, hasta su presencia y acción en la actualidad. Tratar de definir a este sector, por lo tanto, está sujeto a condiciones variables y procesos de análisis y reflexión sobre las voces que los propios agentes manifiestan en entrevistas, medios de prensa, documentos académicos y contactos personales con el investigador. Desarrollar una definición, enton ces, es un proceso arduo e impredecible, básicamente porque no existen certezas de qué ocurrirá en el futuro, ni de cuáles empresas se están constituyendo en estos momentos o cuáles dejarán de operar. Tampoco hay certezas de los cambios que a futuro se puedan observar, como, por ejemplo, el surgimiento de nuevas

110

Editoriales independientes en Chil e

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

políticas y modelos de negocio alternativos que sumen o generen nuevos ángulos de análisis sobre las vías de desarrollo que sostienen las empresas independientes en Chile.

De este modo, tratar de uniformar a estos sellos en un solo discurso se transforma en un proceso lleno de ambigüedades, que tensiona y eleva las características del fenómeno a un diálogo abierto, y necesario de articular desde las condiciones y características editoriales particulares de cada caso, situación que tal como sostuvo López y Malumián (2016), la industria editorial independiente es una zona dentro del campo de la edición en donde el sentido de lo independiente se ramifica, apareciendo propuestas tan diversas como anómalas dentro del marco general de la industria del libro. Posiblemente, el único sentido que pueda unificar a estos sellos es su notoria heterogeneidad, la constitución de modelos de negocios alternativos, y su valor cultural como empresas de carácter autónomo, lejanas a la hegemonía del saber y los monopolios comerciales.

A modo general, la industria del libro en Chile es actualmente precaria y desde sus inicios lo ha sido. Este factor se produce tanto por la falta de conocimientos y herramientas que profesionalicen el oficio, como porque el mercado es pequeño y el nivel de lectores es muy bajo. Pero también es precaria por la perspectiva que la misma sociedad construye sobre la industria, ya que, tanto en el mercado independiente como en el contexto de las medianas y grandes empresas, para la sociedad chilena la labor del editor sigue siendo un ACTO RECREATIVO y no un trabajo PROFESIONAL y VALORADO. Se comprende como una afición y no como un estilo de vida sustentable, en donde el editor pueda vivir de esto, y vivir bien. La mayoría de los editores, de hecho, reciben ingresos de otras fuentes laborales y de ese modo cubren sus gastos básicos, dedicándose a la editorialidad en tiempos libres (Fuentes, Ferretti, Castro y Ortega 2015), lo que en muchas ocasiones conlleva a cometer equivocaciones y tomar decisiones erradas debido a la falta de tiempo, experiencia y la ignorancia sobre el funcionamiento global de la industria del libro. Las editoriales independientes, claramente, no quedan fuera de este contexto.

Es un trabajo difícil de sostener y económicamente muy arriesgado en donde los errores de planificación y producción pueden conducir a la quiebra de la empresa. Sin embargo, cuando un editor se acerca al trabajo profesional —tanto por la experiencia práctica del oficio como por el conocimiento teórico—, se asume un nuevo rol, enfocado en la corrección del pasado y la sustentabilidad en el presente. Se toma consciencia de varios factores que profesionalizan el oficio, como el rol del lector, la importancia de una

111

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Pablo Lacroix

Número 31/Otoño 2021

_________________________________________________________________________________ ___________________

buena edición y la conciencia de que el catálogo debe tener impacto en el mercado, todo ello en concordancia con los códigos operacionales del marketing, la presencia en prensa y el valor agregado que genera para el público una imagen saludable de la editorial, percepción construida por la concordancia del catálogo, el impacto del diseño, la distribución adecuada del producto a ofrecer, y los niveles de difusión. Sin embargo, son pocos los editores que dan ese salto.

Frente a ello se puede establecer que editar es difícil, que la experiencia del oficio se produce por medio de altos y bajos, caídas y crecimientos importantes. Situación que se genera por la toma de conciencia del editor al asumir su labor y contacto con el mundo. Sobre esto se puede indicar que todos pueden publicar libros, pero pocos pueden ser editores. Y ser editor independiente, especialmente en la lógica de mercado que impera en Chile, es un verdadero desafío.

Si bien el presente documento registra las variantes discursivas y prácticas que se evidencian en la industria independiente en Chile, también registra los errores y carencias del oficio. Resulta necesario, al momento de pensar en una posible definición, exponer críticamente las características del mercado, exponiendo las virtudes y desaciertos de las editoriales analizadas, agregando un juicio crítico en pos del mejoramiento y el profesionalismo. Por lo tanto, presentar las características de este mercado y generar un mapa heterogéneo significa evidenciar las fisuras que entorpecen el camino hacia la edición profesional, y los aciertos editoriales que se traducen finalmente en legado y enseñanza.

Para finalizar, y considerando lo expuesto en los apartados anteriores, una posible definición de lo que es, y en su defecto, lo que no es una editorial independiente, se puede sostener en base a los siguientes puntos. Lo primero es evidenciar su importancia como agentes industriales de valor simbólico, empresas que, independiente de los motivos por los que constituyen su empresa, su misión y práctica genera aperturas y espacios ausentes en el mercado y el campo letrado, o como se mencionó en apartados anteriores, generan nichos estéticos que logran su conformación por medio de la autonomía, condición que no es modelada por las coordenadas políticas y socioculturales del estado o instituciones privadas, del mismo modo que también son empresas autónomas en el plano económico, vale decir, estos factores no interfieren en la construcción de su catálogo, que por sobre todo, aporta al patrimonio de la nación. Lo segundo consiste en que, si bien operan de manera tan profesional como las empresas transnacionales, su desempeño industrial se rige por la presencia de modelos de negocio alternativos, fijados y construidos en base a las

112

Editoriales independientes en Chil e

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

características particulares que definen a la empresa, y las circunstancias que dificultan o agilizan su presencia y continuidad en el mercado. Por medio de estos modelos de negocio, alternativos y particulares —y en muchos casos absolutamente distantes unos con otros—, estas empresas definen una estrategia para ser sustentables y perdurar en el tiempo, de modo que puedan cumplir con su objetivo base: insertar en el mercado un catálogo autónomo y de impacto cultural. Por último, es necesario destacar el carácter heterogéneo de este grupo, que evidencia tanto aciertos como falencias en el modo de operar, fenómeno que se detallará a continuación.

La heterogeneidad se puede analizar desde diversos factores, los que evidencian si estos sellos ejercen su oficio de manera profesional, o no, marcando de este modo las diferencias que también definen las características internas del ecosistema editorial independiente. Uno de estos factores es que en muchas ocasiones no se firman contratos editoriales, no existen regalías para el autor y muy pocas veces acuden a reimpresiones, fenómeno que limita la llegada de autores de renombre, y en caso contrario, cuando se cumple profesionalmente con estos procesos comerciales, el sello editorial ingresa a un campo dentro de la industria que le permite la llegada de otras voces intelectuales del medio, de mayor prestigio y en algunos casos de mayor calidad. Caso particular es cuando autores consagrados por amistad o ideales personales deciden publicar en estos sellos, o que aceptan la invitación de editores independientes de prestigio y reconocimiento social. Vale decir, que aceptan y firman un contrato con un sello independiente porque confían en el trabajo del editor o editora a cargo .

Otro de los factores es que en muchos casos se evidencia la nula o ineficiente distribución en librerías, lo que limita su presencia en espacios de difusión convencionales, como grandes cadenas o librerías independientes de renombre. Misma situación ocurre cuando se observa que los sellos independientes no difunden efectivamente su catálogo en el mundo digital, ya sea la transformación de sus libros en el formato e-book, o la despreocupación de estas empresas por mover sus redes de contactos y generar contenido crítico —entrevistas, reseñas, comentarios de libros, etc.—, tanto en medios oficiales, alternativos o independientes. A este último punto también se le suma que no interactúen con sus seguidores en Redes Sociales, o simplemente que no usen las Redes Sociales como herramientas de difusión, gratuitas y autónomas, restando así visibilidad. Es importante agregar que, si bien en el mercado independiente se observa un déficit en el uso del mundo digital para la promoción de sus libros, e sta situación ha cambiado luego de la crisis observada en el ecosistema del libro durante la pandemia ,

113

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Pablo Lacroix

Número 31/Otoño 2021

_________________________________________________________________________________ ___________________

aumentando así las ventas por internet, la producción de libros digitales, los eventos y lanzamientos de libros por medio de un encuentro en línea, etc., actualizando así su modelo de trabajo. Obviamente, existe un abanico amplio de editoriales independientes que operan profesionalmente y su nivel de impacto y llegada a su público objetivo es notoria y efectiva.

Finalmente, solo queda sintetizar lo expuesto y tratar de abordar este campo amplio de empresas editoriales en una sola definición, lo que se sostiene en los siguientes puntos: una empresa editorial es un cuerpo discursivo, político y estético, que por medio de la autonomía comercial e ideológica genera contenidos, por medios de libros impresos o digitales, que aportan al desarrollo cultural y el legado patrimonial de una nación. Su mecanismo de desarrollo se rige por modelos de negocio alternativos, coordinados por las condiciones comerciales de la industria, las características particulares de los agentes involucrados, y la misión y política editorial que sostienen en su desarrollo como empresa. Por último, que una editorial independiente se sitúa dentro de un campo heterogéneo que se sostiene en base a sus particularidades y las diferencias existentes, y que se observan al momento de enfrentar el desarrollo comercial y simbólico de cada sello dentro del campo editorial en Chile. Es así como se puede sostener un primer acercamiento sobre los significados que conforman una definición sobre lo que significa ser una editorial independiente en Chile.

Referencias bibliográficas

Bourdieu, P. (1999). Una revolución conservadora de la edición [traducción personal]. Actes de la recherche en sciences sociales. 126(1), (pp. 3-28). Recuperado de

http://www.persee.fr/doc/arss_0335- 5322_1999_num_126_1_3278

Borges, J. L. (1952). Otras Inquisiciones. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.

Chartier, R. (2000) ¿La muerte del libro? Santiago: Lom ediciones.

Davies, G. (2005). Gestión de proyectos editoriales. Como encargar y contratar libros. Introducción . [traducción de Gabriela Ubaldini]. Ciudad de México: FCE.

El Mostrador (4 de diciembre de 2013). Opinión: ¿Qué es una editorial independiente? El Mostrador .

Recuperado de http://www.elmostrador.cl/cultura/2013/12/04/opinion-que-es-una-editorial -

independiente/

Encina, T. (2012). Das Kapital Ediciones. En González, G. y Moncada, F. (eds). Encuentro chileno de editoriales independientes (pp. 80-85). Valparaíso: Los libros del cardo/Ediciones Inubicalistas.

114

Editoriales independientes en Chil e

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Esteves, F. (2016). Los editores de toda la vida tendremos que reinventarnos. En de Sagastizábal, L. & Quevedo, L (eds.), Optimistas seriales – Conversación con editores (pp. 75-80). Buenos Aires: Eudeba.

Farías, R. (2017). Editoriales independientes en Chile: una política “literaria” del escritor-editor. IdeAs, 9 . Recuperado de http://ideas.revues.org/1885

Ferreti, P. y Fuentes, L. (2016). La pequeña edición en Chile (2009-2014). Un análisis de sus principales características y de su lugar en el campo editorial contemporáneo. En Moya, C. y Fuentes, L. (coords.), Un lugar para los libros — Reflexiones del Encuentro Nacional sobre Cultura Escrita y Prácticas Lectoras (pp. 89-100). Santiago: Lom ediciones.

Fuentes, L. (2018). Entrevista personal. Inédita.

Gaete, C. (2012). Ediciones Perro de puerto. En González, G. y Moncada, F. (eds). Encuentro chileno de editoriales independientes (pp. 132-138). Valparaíso: Los libros del cardo/Ediciones Inubicalistas.

Ghigliotto, G. (2012). Editorial Cuneta. En González, G. y Moncada, F. (eds). Encuentro chileno de editoriales independientes (pp. 74-79). Valparaíso: Los libros del cardo/Ediciones Inubicalistas.

González, G. y Moncada, F. (eds). (2012). Encuentro chileno de editoriales independientes. Valparaíso: Los libros del cardo/Ediciones Inubicalistas.

Herralde, J. (2009). Alegrías y percances de las “política del autor”. En Granados, S. (coord.), Congreso internacional del Mundo del Libro. (pp. 211- 219). Ciudad de México. FCE.

López, H. y Malumián, V. (2016). Independientes, ¿de qué? Ciudad de México: FCE.

Maldonado, C. (2018). Economía, políticas y bibliodiversidad: percepciones desde el sector editorial independiente del sur de Chile. En Maldonado, C. (comp.), Libros de la lluvia — Estado actual de las editoriales independientes y universitarias del sur de Chile. (pp. 85-120). Temuco: Universidad Católica de Temuco.

Mendoza, R. (1 de febrero de 2021). La llamada al editor perdido: Ricardo Mendoza. La palabra quebrada. 8. Recuperado de http://lapalabraquebrada.cl/la-llamada-al-editor-perdido-ricardo- mendoza/

Montecinos, M. (2012). Ediciones Perro de puerto. En González, G. y Moncada, F. (eds). Encuentro chileno de editoriales independientes (pp. 28-33). Valparaíso: Los libros del cardo/Ediciones Inubicalistas.

Núñez P. (2013). De una idea del libro. Santiago: Editorial Universidad Finis Terrae.

Piccolini, P. (2005). La edición técnica. En Steves, F. y de Sagastizábal, L. (Coords.), El mundo de la edición de libros: Un libro de divulgación sobre la actividad editorial para autores, profesionales del sector y lectores en general (pp. 119-137). Barcelona: Paidós.

115

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Pablo Lacroix

Número 31/Otoño 2021

_________________________________________________________________________________ ___________________

Savater, F. (2016). Agonía y Resurrección del libro. En Granados, S. (coord.), Congreso internacional del Mundo del Libro (pp. 327-341). Ciudad de México: FCE.

Schiffrin, A. (2001). La edición sin editores. Las grandes corporaciones y la cultura [traducción de Eduardo Gonzalo]. Santiago de Chile: Lom ediciones- Trilce.

Slachevsky, P. (2016). La edición independiente entre tensiones y desafíos. Aproximaciones al campo editorial en Chile. En Moya, C. y Fuentes, L. (coords.), Un lugar para los libros — Reflexiones del Encuentro Nacional sobre Cultura Escrita y Prácticas Lectoras (pp. 113-130). Santiago: Lom ediciones.

Subercaseaux, B. (2010). Historia del libro en Chile. Desde la colonia hasta el bicentenario. Santiago: Lom ediciones.

Subercaseaux, B. (2016). El libro y la lectura: tres momentos. En Moya, C. y Fuentes, L. (coords.), Un lugar para los libros — Reflexiones del Encuentro Nacional sobre Cultura Escrita y Prácticas Lectoras (pp. 69-88). Santiago: Lom ediciones.

116

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Número 31/Otoño 2021/pp.117-138 Recibido el 16/03/2021

Aceptado el 08/05/2021

___________________________________________________

LAAMISTAD COMERCIAL COMO EXPERIENCIA SOCIETARIA: EVIDENCIAS DESDE CHILE 1

Nicolás Gómez 2

Tania Encina 3

Rocío Mieres 4

Camilo Lazo 5

Resumen /Abstract

El artículo describe la amistad comercial que se desarrolla en los procesos productivos de la editorial independiente. Esta dimensión es revisada con respecto a sus pares y a las motivaciones individuales. La metodología usada fue cualitativa, los datos provienen de nueve entrevistas realizadas a integrantes de la organización Cooperativa de trabajo Agrupación de editores de la Furia. Los resultados se presentan a través de siete arquetipos que son resultados del análisis estructural de contenido, cada arquetipo corresponde a una dimensión de la amistad comercial en tanto estructura de orientación objetiva en el mundo de la vida económica. Las conclusiones se refieren a las representaciones de la amistad comercial en la producción de bienes simbólicos y como criterios de la participación democrática.

Palabras claves: editorial, bien común, amistad comercial, libro, bibliodiversidad .

COMMERCIAL FRIENDSHIP AS A CORPORATE EXPERIENCE: EVIDENCE FROM CHILE

The article describes the commercial friendship that develops in the production processes of the independent publishing house. This dimension is reviewed with respect to their peers and individual motivations. The methodology used was qualitative, the data comes from nine interviews with members of work organization the Cooperativa de Trabajo Agrupación de Editores de la Furia. The results are presented through seven archetypes that are results of the structural content analysis, each archetype corresponds to a dimension of commercial friendship as an objective orientation structure in the world of economic life. The conclusions refer to the representations of commercial friendship in the production of symbolic goods and as criteria for democratic participat ion.

1 Este artículo es un resultado de la investigación financiada por el Concurso Internos de Proyectos I+D, año 2017, (CIP2017003), de la Universidad Central de Chile, y del patrocinio de la carrera de Sociología de la Faculta de Educación y Ciencias Sociales de la misma universidad.

2 Universidad Central de Chile, chileno, nicolas.gomez@ucentral.cl

3 Editora Das Kapital,chilena, tania.encina@gmail.com

4 Universidad SEK, chilena, rocio.mieres.v@gmail.com

5 Universidad de Chile, chileno, camilolazog@gmail.com

117

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Keyword: editorial, common good, commercial friendship, book, bibliodiversity


Introducción

En los estudios de las economías la revisión de la amistad comercial puede seguir la hipótesis plateada por Tönnies, según la cual cada organización donde sus propietarios son también sus trabajadores recurre a las “exigencias del sentimiento de deber” del compañerismo, la fraternidad y la cooperación que se expresan en

una ética que limita, pero no elimina, la racionalidad instrumental o la orientación utilitaria. Gracias a lo cual, se construyen las asociaciones (Tönnies, 1942:67,89).

En este artículo presentamos una descripción del repertorio de categorías que articulan el sentido atribuido a la amistad, las cuales expresan el simbolismo colectivo que está en el campo de experiencias sociohistóricas. Para observar ese ámbito de la amistad comercial, trabajamos sobre los códigos sociolingüísticos que son usados por las personas que participan en una organización editorial, para interpretar las relaciones de producción que están en una zona difusa entre su intimidad y las esferas de la vida comercial; y que también asisten a la construcción de la Cooperativa de editores de la Furia en Chile. Debido a este enfoque, en este artículo no aportamos datos sobre las relaciones de competencia de las editoriales o sobre la incidencia del poder en las trayectorias de esas organizaciones.

En 2009 se realiza la primera versión de la Furia del Libro, una feria conceptualizada como un espacio de comercialización para pequeñas editoriales que no podían asumir costos de participación en ferias como la FILSA (Feria Internacional del Libro de Santiago). En esa instancia es que un grupo de editores se conoce y decide aunar fuerzas para hacer frente a las difíciles características del mercado del libro en Chile. Así, finalmente, en 2013 –oficialmente 2014-, aparece la Cooperativa de trabajo Agrupación de Editores de la Furia, tomando el nombre de la feria como símbolo de identificación6 .

La Cooperativa de editores de la Furia (CEF), reúne a las mujeres y los hombres que ya se desempeñaban como editores de libros y dueños de una de las 41 organizaciones que la constituyen. El boom de las

6 En la actualidad existen cuatro organizaciones representantes de la industria del libro en Chile: Editores de Chile (reúne cerca de 60 socios entre pequeñas y medianas editoriales independientes y universitarias); la Cámara chilena del Libro (conformada por editores, libreros y distribuidores); la Corporación del libro (construida por editoriales como Planeta, Random House y otros editores); y la Cooperativa de Editores de la Furia (conformada por cerca de 40 editores independientes).

118

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

editoriales culturales (también llamadas microeditoriales o editoriales independientes), es un proceso que está creciendo desde hace más de diez años en Chile y otros países del cono Sur y Europa, conformado principalmente por propuestas que vienen a complementar y desarrollar un nuevo trabajo en el campo de la edición, apoyándose muchas veces en sistemas de producción artesanal, grados variables de autoge stión y la apuesta por catálogos capaces de introducir dinamismo a escenas literarias que aparecían de capa caída, corriendo los riesgos inherentes a la publicación de autores y apuestas de rescate patrimonial, así, el panorama y la relación en el mundo del libro ha cambiado significativamente. Cabe preguntarse si discursiva y prácticamente estos proyectos editoriales constituyen en efecto un fenómeno contracultural o de cierta proyección política. Entendiendo las grandes limitaciones que enfrentan los editores culturales, sus ejes de trabajo han girado históricamente en el planteamiento de discursos críticos, fundamentalmente mediante la publicación de autores inéditos o que trabajan temáticas instaladas fuera de los marcos de referencia e interés de las gerencias comerciales de las trasnacionales. En este sentido, uno de los logros más relevantes de las editoriales culturales ha sido, aunque mediante una práctica muchas veces errática, romper efectivamente el cerco en torno, en primer lugar, a los espacios de la crítica, y en una segunda instancia, aunque aún no del todo desarrollada, a los propios lectores, generando nuevos espacios para la circulación continental del texto, principalmente en géneros abandonados por el circuito comercial, como la poesía y, algo más atrás, el ensayo. Esto ha representado una real dinamización de las estéticas literarias de cada país, las que hasta hace no demasiado tiempo, han ido encontrando maneras de agrupación y formas de cooperativismo –incluso levantado desde las políticas públicas gubernamentales bajo el modelo de “autogestión y emprendimiento” en varios países.

Según Symmes (2015), estas organizaciones no entregan los recursos monetarios para el sustento de los editores, por lo cual, ellos realizan otros desempeños laborales asalariados para satisfacer las necesidades de su hogar y familia. Además, sus publicaciones son esporádicas, con baja cantidad de ejemplares y su modo de producción es semi- artesanal.

Symmes subraya que este tipo de desempeños y las organizaciones que se articulan a su alrededor, surgen sistemáticamente y han usado el nombre de “edición independiente” para ubicarse en los mercados internacionales. Esa posición sería un resultado del capital simbólico transaccional cuya fuente son las experiencias de trabajo asociado; y, por otro lado, develan las condiciones del mercado neoliberal chileno, porque muestra la iniquidad de acceso a los bienes simbólicos, exhibe los monopolios que controlan la

119

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

impresión, los lugares de venta de los libros y los contratos con el sector público (Symmes, 2015; 2013). También la descripción hecha por Symmes nos indica una posición en el mercado de libros, la cual es habitada por las editoriales asociadas en la CEF, esa posición se caracteriza porque ahí están los editores que consideran que el libro es más que una mercancía y que su elaboración es un proceso creativo que es diferente, incluso opuesto, a la reproducción de un tipo ideal de libro que sí, y siempre sí, pretende asegura r el éxito de venta y las ganancias monetarias para los dueños de las empresas editoriales transn acionales. Como ha demostrado Callon (2007), cuando el mercado realiza recortes en la realidad productiva o comercial, está alentando las trayectorias de algunos de sus participantes y, al mismo tiempo, está creando las condiciones para que se organicen grupo de interés. En el mercado de las editoriales, el contenido de interés y en disputa es la bibliodiversidad, y por supuesto, las interacciones donde se agencia sociotécnicamente la politización de la esfera pública dentro del mundo del arte y en los diferentes espacio societarios donde el consumo de bienes simbólicos es una regularidad, tanto porque satisface los gustos personales, o el placer de leer y escribir; o porque entrega información útil y pertinente el reconocimiento colectivo que favorece acumular prestigio.

En consecuencia, al estudiar la amistad comercial también estamos indagando sobre las tensiones que experimenta el sentimiento de deber cuando es desempeñado en mercados articulados por una tecnología social de “oferta-demanda-precio” (Polanyi, 2009, p. 216), donde el dinero (metálico, papel o plástico) es fundamental y sus interacciones apuntalan el compromiso breve entre las personas, la despolitización de los contenidos de las interacciones y el cálculo utilitario del agente egoísta (Gibson y Graham, 2011). Y desde luego, estamos invitando a reflexionar sobre cómo los códigos sociolingüísticos que expresan la amistad comercial dan sentido a los editores para ingresar en las disputas por el espesor del campo de sentido al cual recurren las personas para indicar los componentes de su mundo, incluyendo esos mundos posibles que inspiran la conducta altruista y utópica.

La amistad comercial como relación societaria

La amistad comercial de los editores es una condición que participa en la gestión de sus editoriales, su presencia es notable porque se diferencia de otras actividades como la realización y supervisión de los contratos con las imprentas, cuando se pagan los gastos fijos que aseguran un espacio físico para las reuniones del gobierno corporativo donde ellos reflexionan y deciden sobre el catálogo, también se

120

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

distingue de la distribución de los libros, de los acuerdos con los dueños de las librerías y de la cobranza. En este trajín, la amistad comercial es un recurso que es diferente al mostrado por los otros factores productivos como el capital, la tierra y el trabajo. Al seguir los supuestos de Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn (1993) sobre los recursos no convencionales de la economía, asumimos que la amistad aumenta su complejidad y trayectoria al ser usada, y las personas pueden crearla porque aprenden sobre su comportamiento.

En el análisis de Simmel (2002), la amistad comercial es una manera imperfecta de sociabilidad porque si bien logra un valor, un tipo de felicidad que depende de la felicidad de los otros y que adquiere vida propia al independizarse de las expresiones materiales del “estar uno con otros, uno para otro y uno contra otro”; no va más allá de las actividades que realizan los contenidos e intereses individuales, porque mantiene la reproducción de una finalidad. Pero estamos dispuestos a asumir que la amistad comercial está lejos de ser una expresión de la interacción instrumental, o puramente dotada de contenido diría Simmel, que busca un fin para luego desaparecer.

En los encuentros especiales, cuando hombres y mujeres se han conocido gracias al ejercicio de un conocimiento técnico como el ser editores, la amistad comercial favorece la mutua determinación, así la unidad tiende a desdibujar y suprimir las motivaciones de la unión y a consolidar la fuerza y eficacia de la conexión “libremente flotante y de interacción recíproca entre los individuos”, la cual disuelve todos los contenidos de la finalidad en la forma (Simmel, 2002, p. 83) .

Para Simmel, esta experiencia de sociabilidad lúdica que aplaca las egolatrías de las personalidades que sostiene el valor en sí de la relación de estar juntos, donde el “sentido del tacto” cumple un papel esencial al guiar la autorregulación de los individuos involucrados (Simmel, 2002, p. 84,85), es un mundo artificial porque no tiene fricciones; y, al rotar en torno a la idea de amistad, esta categoría ahora dominante se vuelve fuerza productiva porque acoge la vida, la cual deberá acomodarse al interior de esa idea de amistad de ahí en adelante (Simmel, 2004, p. 55) .

En las indagaciones de Becker (2008) sobre los mundos del arte, la amistad comercial está oculta como un dato dado en la realidad que él estudia. Esta invisibilidad de la amistad se comprende porque su investigación busca reconocer las expresiones materiales que participan en las decisiones durante la

121

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

elaboración de la obra de arte. Desde nuestra perspectiva, la amistad comercial es una experiencia pre - reflexiva a la luz del estudio de Becker, y contribuye a sostener el conjunto finito de interacciones de las redes donde se realizan los apoyos al artista; y al igual que las demás variables, participa en el resultado final que él logra.

Anuestro entender, este énfasis usado por Becker vuelve sobre la distinción de Simmel, es decir, la amistad comercial es diferente a las prácticas que expresan los consensos y las convenciones de los víncu los cooperativos en el arte, los cuales ayudan a fijar las formas de transmitir las ideas y las experiencias, también a declarar las obligaciones y los derechos de los artistas y del público y, especialmente, a promover los “momentos editoriales” que los involucrados manejan gracias a que comparten un conjunto de “vaguedades confiables” para construir la obra de arte (Becker, 2008). Incluso agregaríamos, parafraseando a Salas (2006, p. 173), como todo mundo de la vida tiene su propio sentido común, es ese mundo el que ofrece las razones para que participen los que ahí viven, de ahí que para los editores ese mundo es vital.

Entonces, la amistad es una relación diferente que prescinde de la obligación y del control social, alejándose del hábito (Dreher, 2012), y puede estar animada por la admiración de las capacidades específicas de otra persona. En nuestro caso, de otro que se desempeñan como editor y dueño de una editorial. Desde aquí es posible advertir que los editores están predispuestos a trascender su organización y los vínculos asociativos entre organizaciones porque sus formas de estar en los mundos del arte y de la s economías, cuentan con símbolos de amistad donde coexiste lo representado y la representación (Bialakowky, 2012), y cuya fuerza favorece una cosmovisión orientada a empujar prácticas que benefician a la colectividad. Por ejemplo, para jugar a favor de la bibliodiversidad. Ylos alienta a tomar compromisos no comerciales, o sea, se “autoasignan funciones morales, ciudadanas y patrimoniales” (Symmes, 2015 , p. 337)

En este nivel del argumento, Dreher nos propone que la simbolización de la relación nosotros en el mundo de la vida, debe ser entendida como el resultado de esos compromisos que develan una sintonía social y espiritual entre personas que se ven reflejadas en las otras personas. Por lo tanto, la amistad comercial asiste al científico social que busca explicar la integración sociotécnica de los que se han especializado en la producción de un bien o servicios, porque dicha actividad crea una simbolización de la relación- nosotros

122

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

que tipifica a todos los que se acompañan en el oficio. En nuestro caso, el oficio de crear un libro introduce a los compañeros en la participación dentro de ese mundo de estructuras de orientación objetiva, de acción intersubjetivas de la amistad y de realidades sociohistóricas inherentes a lo que llamamos: la vida de los editores.

Cuando Dreher sigue a Schütz (2012), asume que la amistad es una noción que trasciende el mundo de la vida cotidiana de los individuos y en tanto forma especial de encuentro produce un lazo específico entre las personas que va más allá del tiempo y el espacio, es por esa cualidad que la amistad puede ser reactivada después de un largo tiempo a partir de una idea de amistad que, al ser nuevamente constituida, forja la cotidianeidad del lazo social. Aún más, también la amistad es un lazo durable porque sus actos articulan varias biografías que construyen una experiencia común gracias a una semántica que hace posible la comunicación sobre esos asuntos de manera retrospectiva, especialmente cuando la persona debe dar una respuesta al ser requerida por una definición de amistad y recurre a la apresentación de ese amigo o amiga que acompañó el desenlace de las experiencias; y para reconstituirla vuelve sobre la idea del compañero o la compañera que es el símbolo de la relación- nosotros.

Habitualmente esos relatos ingresan a un ritual de narraciones que pasan una y otra vez, a modo de reproducción simbólica de la amistad; y así las narraciones participan orientando las acciones cotidianas. De ahí en adelante, agregará Dreher, la idea de amistad excede la situación individual dentro de la esfera cerrada de significados de la realidad eminente, por lo cual, la amistad logra una calidad extracotidiana (Dreher, 2012). Según Torterola, esa es la expresión de una “comunidad evocada” (2012, p. 120- 121).

Además, Dreher asume que la amistad puede manifestarse a través de múltiples arreglos empíricos que mantienen elementos comunes. Esto sería factible porque “las propiedades objetivas de las realidades sociohistóricas están basadas en estructuras universales de orientación subjetiva en el mundo”. Entonces, el espacio y el tiempo fijan estratos en la conciencia social. Así, en la amistad, la distancia espacial no tiene relevancia porque la amistad confiere intimidad a los involucrados hasta alojarlos en la familiaridad. Esta familiaridad supone que los involucrados comparten una memoria sobre las experiencias vividas o, al menos, pueden identificarla y asignarle una interpretación que la vuelve significativa y así objetivan sus interpretaciones y rasgos emocionales. (Dreher, 2012)

123

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Las descripciones conceptuales hechas hasta aquí aportan argumentos a la siguiente pregunta: “¿cuál es la fuente de donde deben proceder aquellos valores comunes con los que poner en marcha el intercambio entre vínculo comunitario y participación?” (Honett, 1999, p. 14). Entonces sugerimos lo siguiente, la amistad predispone a la participación democrática para lograr una comunión de propósitos, con prescindencia de la consanguinidad y la vecindad. Este desempeño de la amistad es notorio en socied ades diferenciadas, donde la secularización ha promovido conductas utilitarias y hedonistas, porque la amistad comercial permite cerrar la totalidad de ese mundo significativo, y bajo ese proceso se transforma en acto trascendente.

Diseño metodológico

Los datos de este artículo provienen de una investigación realizada entre 2017 y 2019, la cual buscó responder la siguiente pregunta, ¿qué dimensiones de la autogestión productiva permiten comprender la trayectoria de una organización económica? El referente empírico fueron las editoriales asociadas a la Cooperativa de editores de la Furia, las que a la fecha de realizar el estudio llagaban a 41. E stas organizaciones tienen en común seis cualidades: 1) las relaciones productivas trascienden el parentesco y la consanguineidad de los integrantes, 2) cada editorial y la cooperativa, toman riesgos comerciales, 3 ) hacen esfuerzos por mantener la producción continua de libros, 4) buscan promover la economía local, el cuidado medioambiental o el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, 5) los trabajadores y propietarios de cada editorial deliberan sobre el proyecto económico y 6) las editoriales tienen más de tres años de funcionamiento.

En este artículo usamos los resultados del análisis estructural de contenido aplicado a las entrevistas de nueve editoriales de la Cooperativa de editores de la Furia. Este resultado se logró con el siguiente procedimiento. Primero, el análisis estructural de red mostró que los nodos de estas editoriales favorecían la transmisión de contenidos para la gestión de la cooperativa y en la difusión de los libros y actividades de las editoriales. Aquí las fuentes de información fueron los sitios digitales alojados en la Internet: páginas web de la editorial y espacio de Facebook. En un segundo momento, a través del análisis de entrevista, reconocimos la amistad comercial mediante los códigos sociolingüísticos que manifiestan la existencia de esas experiencias y que se distinguen del capital social, debido a que los entrevistados no las asimilaron a una definición de recurso, así como lo ha estudiado Durston (2000, 2001 y 2005); y en las conversaciones espontáneas esas experiencias de amistad se las excluyó de la interpretación instrumental de las

124

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

interacciones. Incluso, cuando eran narradas se las alejaba de la razón utilitaria. Posteriormente, el nivel semántico de la amistad comercial fue eficiente para comprender las prácticas productivas que no entregan beneficios monetarios a los entrevistados, y cuyo argumento es: “hacer los libros porque sí”, por gusto, goce o para aprender.

Es relevante señalar que los pasos seguidos hasta aquí son similares al procedimiento usado por Cederholm y Hultman (2010) cuando emplean el “boundary work as a second analytical focus” .

Además, las editoriales seleccionadas comparten las siguientes cualidades: participan en el gobierno de la Cooperativa de editores de la Furia, poseen experiencia en el trabajo asociado con otras editoriales, cada una es reconocida como una organización que tiene el saber hacer y puede enseñar a producir libros, y sus desempeños sostienen la comunidad efectiva hacia dentro de los trabajos asociados en la cooperativa y, al mismo tiempo, promueven comunidad societaria al participar en relaciones intersectoriales que articulan una parte de lo que llamamos como “campo intelectual” (Bourdieu, 2002) o “mundos del arte” (Becker, 2008); y estos desempeños emparentan a las editoriales estudiadas con las organizaciones de la economía popular que dan vida a la autogestión comunitaria (Gómez, Rojas, Benítez y Sánchez, 2019) .

En un tercer momento identificamos las categorías sociolingüísticas que ayudaron a construir siete arquetipos, cada arquetipo es una estructura de representación que usan los editores al revisar sus experiencias con los escritores, los textos y otros editores, y se ubican en un espacio simbólico articulado por las relaciones de complementariedad y oposición de códigos que ordenamos en un cruce axial titulado : “Hacer libros porque sí”.

Este cruce axial está conformado por los siguientes códigos: “hacer libros”, catálogos de nuevas lecturas y editorial independiente. Estos códigos son cualificados por los siguientes criterios: “ganas”, “inquietud”, “querer”, “preocupación”, “necesidad” e “interés”. En oposición a estos códigos y constituyendo otro espacio simbólico en el cruce axial “hacer libros porque sí”, están los siguientes códigos: “editorial grande”, catálogo de “éxito comercial” y reproducir libros. Estos códigos son cualificados por los siguientes criterios: desgano, tranquilidad, despreciar, calma, opulencia y apatía.

125

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Hipotéticamente, esos elementos construyen representaciones de la realidad gracias a que promueven juicios que clasifican las prácticas productivas durante el trabajo editorial, y así son consideradas como: buenas, necesarias, justas, inútiles, accesorias o injustas. Aún más, podríamos agregar que expresan la visión política de los editores sobre el deber ser y el saber actuar la amistad en los mundos del arte. Y si llevamos esos contenidos de los arquetipos a nivel de las razones prácticas, esos relatos son los soportes sociales donde se construye una parte de la identidad del editor independiente, permiten la formación de normas, modelos ideales de empresas editoriales y participan en la legitimación de los ejercicios de creación de nuevos valores en los mercados del libro.

R esultados

Los resultados indagan en la relación del editor con su trabajo y la motivación de su quehacer individual, el cual se refleja dentro del abanico de pares con los cuales se relaciona, siguiendo el motivo de la autocorrección y la elaboración de sus intereses que se plasma finalmente en sus catálogos. Esta relación que se crea producto de las experiencias tanto individuales como colectivas representa en el ámbito simbólico el sentido de la bibliodiversidad, entendiéndolo como la disputa por el campo semántico y estético, y como la transgresión al sistema de producción de libros, internalizándolo como una producción alternativa y personal. En el oficio editorial, cada catálogo va construyendo una manera de interpretación del mundo, un levantamiento de información que es transmitido por el lenguaje, generando una estampa de la realidad contemporánea y en ese espacio el libro es una huella latente de esa transferencia. Los beneficios simbólicos de un capital intelectual construyen así el reconocimiento identitario entre las personas generando comunidades .

En el caso de los editores que estudiamos, la respuesta práctica se inicia con el valor que cada uno le asigna a las consecuencias de la lectura, especialmente a la posibilidad de difundir los contenidos que provienen de la experiencia de los escritores o de la ficción de su trabajo creativo. Los editores también suponen que hay cambios en la reflexión o en la emoción del lector, así como les ha sucedido a ellos. Estas cualidades nos permiten ingresar a un entramado de interacciones entre editores y describir el origen del sentido que justifica que esas personas destinen parte de los recursos monetarios que obtienen en otros empleos para continuar con el proyecto editorial.

126

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

Los editores explican su desempeño a partir de una cantidad creciente de personas que están escribiendo “nuevas lecturas”. Esas creaciones literarias están en los asuntos tratados en sus encuentros en un tiempo que ellos reconocen como la “moda” de hacer una “editorial”. Es indudable que cada editor, a su manera, busca subrayar ese tiempo pasado, donde fue novedad encontrarse en una ruta de prácticas para el tratamiento del contenido y la materialidad del libro. Apartir de estas experiencias, el tópico de la amistad adquiere relevancia porque organiza un continuo semántico que en un extremo tiene las reflexiones sobre las relaciones entre: escritor, texto y editor, sin considerar el papel que cumple la cadena de distribución del libro y el lector, y donde es posible que la siguiente frase sea su resumen: “hacer libros porque sí” . Mientras que en el otro extremo semántico se ubican las relaciones de la distribución de los libros y con los vendedores de libros. Aquí, la expresión que resume la situación es la siguiente:

No olvidar que el libro es también un producto, que los libros que no se leen al fin no existen, que el librero es tu mejor lector y amigo, y que el trabajo de editar un libro no termina cuando este sale de imprenta, ni el día de su lanzamiento. (E)

La descripción de la amistad comercial se despliega mediante siete arquetipos. Cuatro arquetipos articulan “hacer libros porque sí”, estos son: la construcción de lo diferente desde lo que yo quiero publicar, la construcción de lo diferente siguiendo el proceso de otras editoriales, la construcción de lo diferente gestionado por las mujeres y hacer libros como un medio de autoformación. Y tres arquetipos corresponden a la amistad en las prácticas de trabajo, estos arquetipos son: la amistad como sustento del trabajo editorial, la amistad como situación donde se plantean soluciones a los problemas del proceso productivo y la amistad como resistencia.

A continuación, vamos a describir las interpretaciones que los editores tienen sobre “hacer libros porque sí”, debido a que en ese ámbito la amistad comercial es representada como una experiencia societaria. En esta descripción usamos tres pasos. Primero, exponemos un arquetipo que es el resultado de la clasificación de los contenidos de las entrevistas y que se refiere a un mismo conjunto de hechos o ideas. En el segundo paso presentamos la reconstrucción del discurso que se liga con la definición del arquetipo y en el tercer paso exponemos los extractos de las entrevistas que son los referentes empíricos de los arquetipos.

127

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

“Hacer libros porque sí”

La aproximación entre las personas que se van trasformando en editores ocurre gracias a los resultados de un diagnóstico que se hace en las reuniones dedicadas a tratar los mundos del arte, esos encuentros funcionan como dispositivos de co-construcción de conocimientos sobre las oportunidades y deficiencias. En nuestro análisis, el ejercicio de reconocimientos de las deficiencias es el que lleva a los editores a diseñar horizontes de sentidos donde imaginan las prácticas que resuelven esas deficiencias. Entonces, es factible construir cuatro arquetipos que expresan diferentes matices del eje semántico: “Hacer libros porque sí”.

Arquetipo A: La construcción de lo diferente desde lo que yo quiero publicar .

Hay dos ideas que sostienen el sentido, una de ellas es similar a construir o elaborar y la otra es sinónimo de ganas o querer; su combinación mezcla el nivel cognitivo con el nivel emocional, y hay una frontera que indica la necesidad individual o colectiva de distanciarse de otros que también construyen bi enes simbólicos. En cuanto a la reconstrucción del discurso, la expresión de este arquetipo sería la siguiente: tenemos ganas de construir cosas distintas y que sean las que yo quiero publicar. Yese contenido se puede encontrar en opiniones como la próxim a:

Editoriales chiquititas que no tenían personería jurídica. Solamente hacían libros porque sí, pero nunca como que se habían planteado el tema de entrar a una cadena de comercialización finalmente. Entonces, pero también como que en un momento como que hubo un boom de editoriales, como que la cosa se puso de moda en el fondo. Tener una editorial, sacar una editorial. Pero eso también tiene que ver, yo creo, porque estaban entrando nuevas lecturas. Habían aparecido muchos, muchos escritores en ese moment o. Te estoy hablando de diez años atrás.

Había ya algunos antecedentes de organizaciones, juntas digamos de varios editores, como que ya venía una tradición que era distinta a lo que existía con los Editores de Chile. Éramos todos más jóvenes y teníamos ganas de construir cosas distintas y de decir: mira, esto es lo que yo quiero publicar y no voy a publicar esto que está acá, no. Mi tema es la poesía, mi tema es la narrativa, mi tema es este, mi tema es la filosofía, ¡Ya! Vamos, tiene que ver con eso. (DK )

Arquetipo B: La construcción de lo diferente siguiendo el proceso de otras editoriales .

128

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

Hay tres ideas que sostienen el sentido, una de ellas es similar a construir o elaborar, la otra es sinónimo de curiosidad intelectual y la tercera transita entre la imitación y la admiración, su combinación permite guiar un conjunto de prácticas en una ruta ya trazada por otros, y hay una frontera desde donde se señala el lugar al que no se quiere ir a trabajar en calidad de editor. En cuanto a la reconstrucción del discurso, la expresión de este arquetipo sería la siguiente: Ahí nos dimos cuenta de nuestra inquietud por hacer una editorial y admiramos lo ya hecho por las editoriales independientes. Y ese contenido se puede encontrar en opiniones como la que continúa:

Nace en un diplomado en el cual éramos los tres estudiantes. Era el diplomado en edición y publicaciones. Ahí, además, estaba siendo de ayudante en el diplomado y ahí nos conocimos. En el mismo diplomado siempre estuvo como la inquietud —al menos ahí nos dimos cuenta de que los tres entramos con esa inquietud— de hacer una editorial, más que entrar a trabajar a una editorial grande, sobre todo por una disconformidad con lo que se estaba publicando en Chile. Yal revés, por una admiración muy grande por las editoriales independientes que ya había en esas fechas, que eran menos de las que hay ahora, pero, claro, había muy importantes como: Calabaza del Diablo, Das Kapital y un poco, siguiendo ese ejemplo, querer nosotros unirnos a esa forma. (O)

Arquetipo C: La construcción de lo diferente gestionado por las mujeres .

Hay dos ideas que sostienen el sentido, una de ellas es similar a gestionar o administrar y la otra es sinónimo de mujer o femenina, su combinación conduce a una práctica feminista de los procesos productivos y creativos, y hay una frontera que busca distanciarse de las gestiones que se hacen desde lo masculino, lo heterosexual o lo normal. En cuanto a la reconstrucción del discurso, la expresión de este arquetipo sería la siguiente: La gestión de la editorial realizada por las mujeres para armar catálogos. Y ese contenido se puede encontrar en opiniones como la próxima:

Es que hay varias etapas de la editorial. Nosotros partimos siendo tres mujeres, yo me quedé de esa administración, y llegaron los chiquillos en el 2013. En principio estoy hablando del 2010. Había pocos espacios para publicar poesía, mujeres sobre todo, que era nuestra primera preocupación. Entonces partimos tratando de recopilar como voces fundamentales de la poesía en los ochentas, partimos con la Fariña, mezclando con poetas jóvenes, en algunos casos inéditos o que tenían un solo libro; y que la

129

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

administración estuviera hecha por mujeres, que era una irregularidad en ese tiempo: una editorial sólo de mujeres.

Entrevistador: ¿buscaban darle un enfoque de género?

No pero sí la posibilidad de que la gente que armara catálogos fueran mujeres y que no hubiese prejuicios (…) Somos pocos, nosotros no tenemos ninguna ganancia. No recibimos plata de nadie, ni siquiera el diseñador, el único que recibe plata en esta dinámica es el contador, quince lucas mensuales, eso es todo. Nosotros no tenemos oficina, tenemos un chat en WhatsApp donde vemos la mayoría de las cosas: una cadena por correo electrónico mensual y es puro ímpetu no más. Nunca tenemos problemas porque yo estoy trabajando más que tú o yo vaya a más ferias que tú, los tres somos muy amigos, nos conocemos hace muchos años.

Nos conocíamos de antes. Yo fui profe él en la universidad, y él es el primer autor que publicamos. Nosotros con él trabajamos en la revista de la universidad, y él era director y yo era profe, y él ganó el concurso de la revista y ahí lo conocimos. Ybueno como no tenemos contrato no tenemos nada legalmente, los chiquillos no tienen ninguna relación legal, ellos no tienen otra alternativa que confiar en mí. Porque yo tengo la sociedad legal. (CT)

Arquetipo D: Hacer libros como un medio de autoformación

Hay tres ideas que sostienen el sentido, una de ellas es similar a crear o imaginar, la otra busca nombrar una situación de formación sin una guía, o autodidacta, y la tercera considera la elaboración de un libro como medio para. La combinación de estas ideas constituye la autogestión del conocimiento sin declarar una frontera y aspirando a la expansión del saber. En cuanto a la reconstrucción del discurso, la expresión de este arquetipo sería la siguiente: Nosotros hacemos libros como medio para expandir el conocimiento, usamos la auto-formación como ejercicio cotidiano de creación. Y ese contenido se puede encontrar en opiniones como la que continúa:

Nosotros hemos siempre señalado que esto de hacer libros es principalmente gimnasia cerebral, gimnasia creativa. Es un ejercicio permanente que se mantiene en el día a día como parte de un cotidiano. En términos técnicos, la base es el auto-didactismo y la necesidad de la auto-formación, el interés por lo que nosotros llamamos la autogestión del conocimiento, es decir, hacer libros para nosotros no constituye un

130

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

fin sino un medio que nos permite adentrarnos en ciertos tópicos que nos interesan, aprehenderlos y compartirlos. Tiene un propósito también altruista de generar una mayor expansión en ciertos conocimientos que a nosotros nos interesan. (N/E)

La amistad en las prácticas de trabajo

Al igual como lo observó Price y Arnould (1999) y Cederholm y Hultman (2010), las relaciones de amistad se encuentran situadas en tiempos y espacios. En los editores esas condiciones suceden en la producción del libro y se caracterizan por la tensión entre la intimidad y la distancia, y es gracias a esa tensión que el editor puede reconocer el “oficio” del escritor y solicitar grados de confianza para co-construir y acompañar las actividades de creación literaria. O los momentos de edición como los llama Becker. Justamente por estas razones el editor puede ser definido como un experto en saber la calidad de la confianza que necesita para promover rutinas de trabajo, incluso, llega a estandarizar la confianza.

Entonces, la amistad comercial adopta formas típicas que son pertinentes al quehacer editorial según el grado de anonimato y universalidad que se requiera para realizar las formas de trato. Sin embargo, y a diferencia de lo que constataron los investigadores ya nombrados sobre el carácter extinguible de la relación de amistad comercial entre el proveedor de servicios y el cliente; en nuestro estudio observamos que la amistad comercial queda atada a las experiencias de creación y producción, por lo cual, ese campo de experiencias enrola a las personas en un memoria que puede ser trasladada y actualizada en los relatos de los encuentros entre editores, al mismo tiempo que la relación entre editor y escritor, o entre creadores, queda abierta y dispuesta para ser retomada, por ejemplo, para dialogar sobre las consecuencias de lo realizado.

Acontinuación, exponemos tres arquetipos que articulan la estandarización que usa el editor en sus rutinas de trabajo con los escritores y que, a nuestro entender, le permite ser reconocido como un experto en la administración de la tensión: intimidad y lejanía.

Arquetipo E. La amistad como sustento del trabajo editorial .

El proceso productivo permite que el editor conozca a la otra persona en su calidad de escritor, ambos pueden evaluar ese “lapso” “lento” como interacciones autárquicas cuyas partes concurren con autonomía, comensalidad y libertad. Así esas personas son sacadas de la calidad de individuos y esta nueva situación

131

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

los conduce a cumplir la trama de papeles conocidos en el arte. Estas experiencias societarias crean responsabilidades, sentidos de pertenencia y memoria histórica, todas ajustadas a la trayectoria de la relación.

Acontinuación, cuando la construcción del contenido de la obra se ubica como el eje central el encuentro se orienta a reconocer los “caminos” para que el “autor” logre “completar su talento”. También se reconoce un límite en la diversidad de estos encuentros, el cual es fijado por la “porfía” del “escritor” que expresa el “oficio” de manejar varios “caminos” para desplegar el “talento”; y si el editor cuenta con la “confianza” del escritor, entonces se vuelve a las relaciones autárquicas. Escritor y editor, de esta manera, reproducen un tercer factor, a saber: la fuerza colectiva. Usando la acepción de Adorno este componente los transforma en “tecnología” porque ese tercer factor es el tiempo donde sucede la gestión de los componentes de la idiosincrasia, donde se renueva “el ser-para-sí estético” (2004).

En cuanto a la reconstrucción del discurso, la expresión de este arquetipo sería la siguiente: El trabajo es lento, en ese lapso nos conocemos, la base de trabajo es la amistad porque facilita la comunicación y es todo lo contrario a la servidumbre. Yese contenido se puede encontrar en opiniones como la que continúa: El trabajo es lento y en ese lapso si es que no nos conocemos nos vamos a hacer amigos. Igual puede sonar extraño pero la base de trabajo para nosotros es la amistad porque consideramos que es todo lo contrario a la servidumbre. Es todo lo contrario (…) la idea es que también seamos sujetos que también seamos individuos (…) parte de nuestra lectura, de nuestra visión por así decirlo, de una economía no capitalista, anticapitalista, parte también por esa relación donde tú también estás haciéndote responsable de este producto.

No es que yo sea alguien que tenga que hacer este trabajo y tú tengas que hacer otro separado, sino que t ú también vas a estar dentro de la elaboración misma del libro. Nos juntamos y tomamos once o nos sentamos a conversar sobre otras cosas; y así en el fondo vamos generando un lazo que ya una vez que el libro está publicado también permite que el mismo autor, si desea, pueda participar económicamente del libro, venderlo él. La comunicación es algo que se logra siempre con la amistad. En el fondo no es ser los mejores amigos, pero sí tener la franqueza, la sinceridad, la transparencia en el proceso. Todo ese conjunto de elementos que colaboran con tener una relación humana un poco más igual. (E/N)

132

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

Arquetipo F. La amistad como situación donde se plantean soluciones a los problemas del proceso productivo .

Los involucrados realizan los criterios de evaluación que han aprendido a usar en circunstancias y organizaciones diferentes a las basadas en la amistad comercial, para revisar los productos de la editorial a la cual pertenecen, así detectan deficiencias y proponen innovaciones. En cuanto a la reconstrucción del discurso, la expresión de este arquetipo sería la siguiente: Fue una amiga, nos mira y nos dice que debemos cambiar porque tenemos que llegar más lejos. Y ese contenido se puede encontrar en opiniones como las próximas:

Opinión 1

Entrevistador: El logo, ¿a quién se le ocurre? ¿Cómo nace?

Fue cambiando, justo aquí tienes los dos. El logo, bueno, éste, salió de una amiga que al hacer nuestro primer libro que no fue un libro comercial. El primer libro del dos mil once, cuando no existía la editorial. Yo entrevisté a mi abuelo antes que se muriera, era yugoslavo y arrancó de la primera guerra mundial y tiene una historia bien trágica y nadie la conocía, lo entreviste y escribí una novela, y esa novela l a imprimimos sin código de barra, sin nada, como para mi familia. Ahí la diseñadora nos hizo una adaptación del logo de la revista. Y seguimos con eso, avanzamos y de repente llega un momento como el dos mil quince, que nuestro diseñador, que siempre fue publicista además, nos mira y nos dice: no podemos seguir con este logo es un desastre. La editorial empezó a crecer y ya no le vendíamos los libros a los amigos, teníamos más personas y teníamos que formalizarlo y llegar más lejos, más reconocible. (P)

Opinión 2

Son relaciones amorosas furtivas. Algunas perduran en el tiempo, pero cada libro es una experiencia en sí misma. Entre autor y editor, eso sí, debe existir un plano compartido determinado por las complicidades lectivas más que por el gusto. Hay un mapa de filiación entre estas dos figuras cuya arquitectura depende de la capacidad de desdoblarse, de salirse de sí mismo. En mi vida personal, fuera de lo laboral, casi no leo narrativa. Soy más de ensayos filosóficos, diarios de vida y poesía. La narrativa para mí es parte del oficio del lector; sí, edito novelas, pero mantengo esa distancia. Cuando hablo de la capacidad de desdoblarse me refiero a poder observar ese mapa de filiación con la menor cantidad de sesgos. La idea es mostrarle nuevos caminos al autor, complementar su talento con una perspectiva ajena y a partir de entonces, dialogar con él.

133

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Como te decía, cada libro es un territorio particular. Hubo un autor que me mandó su trabajo en un archivo y casi no hubo que meterle mano. En el reverso de esta historia, hay autores con los que llevo trabajando años y cada conversación es una pelea, pasa que mientras más oficio tienen más porfiados se ponen, pero eso está bien en la medida en que el editor, yo, cuente con su confianza (Editorial A, entrevista en prensa)

Arquetipo G. La amistad como resistencia .

La amistad comercial crea y reproduce un espacio socioafectivo que anima a los propietarios de la editorial a narrar las experiencias de fracasos, exclusiones y los juicios sobre los otros integrantes de los mundos del arte que fijan su ruta para lograr el éxito hedonista. Así, fijar la posición de cada cual permite la unión de sentimientos, la diferenciación y promueve una comunidad de trabajo que se relata a sí misma. En cuanto a la reconstrucción del discurso, la expresión de este arquetipo sería la siguiente: Hemos resistido harto, en ningún momento hemos flaqueado; a nosotros no nos importa la competencia, nosotros trabajamos con la noción de comunidad. Y ese contenido se puede encontrar en opiniones como la siguiente:

Yo creo que nosotros hemos aportado a que haya una editorial con discurso y que no sea como una improvisación porque todo discurso tiene un nivel de improvisación, pero sí nosotros tenemos un catálogo coherente con el discurso que tenemos y con lo que uno hace como editor. Los tres hemos resistido harto a un montón de cosas y tenemos resistencia al mercado como bien potente, y en ningún momento hemos flaqueado en eso. Eso ha significado mantener el formato y ahora han aparecido otras editoriales que están haciendo el mismo formato: somos como los abuelos. A nosotros no nos importa la competencia, no estamos ni ahí. De hecho, como que en general si aparecen otras editoriales con igual formato tenemos la cuestión como de apoyarlos.

Hace poquito abrió una editorial, yo compré, la subí a Facebook, como tratando de hacerle publicidad. Nosotros trabajamos más como con la noción de comunidad que con la noción de competencia. Esa noción de comunidad tiene que ver con cómo nos vinculamos con los autores, porque no tenemos una relación económica porque ellos tampoco tienen contrato. (CT)

134

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

Al cerrar esta sección de datos, subrayamos que los arquetipos que hemos presentado ponen énfasis en los siguientes códigos sociolingüísticos: oficio, sujeto y trabajo. Estos códigos son cualificados por la s siguientes nociones: “amistad”, “responsable”, “amorosa” y “confianza”. En oposición a estos criterios y construyendo una frontera que limita la representación de la amistad comercial, se inicia otro campo semántico articulado por los códigos de: holgazán y objeto, y es probable que existan representaciones de experiencias que sí participan en la cadena del libro y/o en el mercado de bienes simbólicos, y donde participan significativamente los siguientes criterios: “servidumbre”, insensato, odiosa e inseguridad.

Conclusión

Las interpretaciones que hemos subrayado como parte del eje semántico “hacer libros porque sí”, ayudan a reconocer expresiones de la amistad comercial que son anteriores a las prácticas de trabajo o que se fraguan en el modo de producción, y advertimos que indican un estado autárquico donde se crea la responsabilidad, se fomenta el sentido de pertenencia y se articula una memoria compartida.

Estas consecuencias pueden ejercer una inflexión en las prácticas laborales y comerciales. Por lo cual, los editores considerarían que hacer un libro representa una secuencia de prácticas creativas y reflexivas guiadas por una disposición libre y voluntaria, semejante a una rutina lúdica. Así, hacer un libro e s diferente del esfuerzo que cada persona realiza para mover su voluntad y llegar a ese propósito. Parafraseando a Luckmann (2008), podríamos agregar que la amistad comercial participa en las interacciones donde se hilvana el mundo del arte con las subjetividades y las esferas del comercio, y de esa forma también se redefine la idea de trabajo porque la fuerza que se necesita para transformar la realidad es interpretada desde la representación simbólica de la amistad.

Desde esta fuerza productiva que acoge la vida, diría Simmel, el editor está conducido por las “ganas”, la “inquietud”, el “querer”, la “preocupación” y la “necesidad”; mientras que se aleja del “desgano”, la “tranquilidad”, el “desprecio”, la “calma”, la “opulencia” y la “apatía”. Ynosotros, al observar esa ruta de interpretación, identificamos las diferencias entre una esfera de la realidad donde el libro es parte del bien común que expresa la bibliodiversidad, y otra esfera de la realidad donde el libro es una mercancía para el consumo rápido y es medio para el éxito comercial.

135

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Por otro lado, la experiencia de sociabilidad lúdica vivida en la elaboración de un libro pasa a ser la unidad elemental desde donde emerge la asociación, el Nosotros. En este caso, la Cooperativa de editores de l a Furia. Para los propósitos de este artículo, lo relevante es que en la asociación se erigen las fuentes de la legitimidad de los principios reivindicados por los editores, los cuales deben ser considerados por las personas que recién llegan a la gestión de una editorial independiente. En esos términos, podemos tratar la sociabilidad lúdica como un tipo específico de contingencia societaria que conduce a los involucrados a negociar los alcances de la intimidad y la distancia, también porque ayuda a fijar las formas de transmitir las ideas y experiencias, y porque ofrecen oportunidades para realizar nuevas formas de llevar a cabo las cosas.

La relación primaria entre el editor y su quehacer, comprendida y evidenciada, además, en el propio lenguaje de los editores aquí entrevistados, refleja las lógicas inconclusas de actores que intentan ir configurando un sistema de comprensión propio (a través de sus catálogos) frente la homogeneización de la realidad de un sistema que busca aplanar e incluso censurar las voces disidentes que debe expresar una democracia.

Finalmente, la revisión de la amistad comercial nos ha permitido reconocer las bases de las exigencias del sentimiento del deber, incluso hemos visto que los editores usan el conjunto de código sociolingüísticos para nombrar las experiencias donde ellos disputan los sentidos a los cuales recurren las personas que están más allá de su comunidad evocada, para indicar los componentes de su realidad, incluyendo la s conductas que están en contra del mecanismo de mercado de oferta-demanda-precio y que buscan recomponer los compromisos o, al menos, intentan colonizar las controversias para politizar y desalentar el cálculo utilitario .

Referencias bibliográficas

Becker, H. (2008). Los mundos del Arte. Sociología del trabajo artístico. Universidad Nacional de Quilmes .

Bialakowsky, A. (2012). Repensar la comunidad: la teoría sociológica clásica y la perspectiva de Niklas Luhmann en la intersección de dos problemas fundantes. En Pablo de Marinis (coord.) Comunidad: estudios de teoría sociológica (pp. 369-416). Prometeo .

136

Nicolás Gómez, Tania Encina, Rocío Mieres, Camilo Lazo

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

_______________________________________ _____________________________________________________________

Bourdieu, P. (1990). El campo literario. Prerrequisitos críticos y principios de método. Criterios ( La Habana), (25-28), 20-42 .

Bourdieu, P. (2002). Campo de poder, Campo Intelectual. Itinerario de un concepto. Montressor.

Callon, M., Méadel, C, y Rabeharisoa, V. (2002). The economy of qualities. Economy and Society, 31 (2) , 194-217. doi.org/10.1080/03085140220123126

Callon, M. (2007). An Essay on the Growing Contribution of Economic Markets to the Proliferation of the Social. Theory, Culture and Society, (139-163). doi.org/10.1177/0263276407084701

Cederholm, A. and Hultman, J. (2010). The Value of Intimacy-Negotiating Comercial Relationships in Lifestyle Entrepreneurship. Scandinavian Journal of Hospitality and Tourism, 10 (1). 16- 32.

Hultman, J. and Andersson, E. (2012). The Boundary Work of Commercial Friendship. In conference ”Kultur~Natur: Konferens för kulturstudier i Sverige”, organised by the Advanced Cultural Studies Institute of Sweden, Norrköping 15-17 June 2009. Linköping University, 131- 141.

Dreher, J. (2012). Superando la trascendencia del mundo intersubjetivo: reflexiones fenomenológicas sobre la amistad. En Belvedere, C. (Ed.) La constitución de lo social. Aportes para el diálogo entre la sociología y la fenomenología. (pp.76-96). Los Polvorines: Universidad Nacional General Sarmiento.

Durston, J. (2000). ¿Qué es el capital social comunitario? Revista de la Cepal, Serie Políticas Sociales División de Desarrollo Social, (38), 47- 60.

_________ (2001). Capital social, parte del problema, parte de la solución. Su papel en la persistencia y

en la superación de la pobreza en América Latina y el Caribe. En , Documento de referencia DDR/1, 20 de septiembre de 2001: Santiago, Chile: CEPAL.

_________ (2005). ¿Apitutados o apechugadores? El clientelismo político en el campo chileno. En Porras,

J. y V. Espinoza (comp.). Redes: enfoques y aplicaciones del análisis de redes sociales (S/pp). Universidad Bolivariana.

Gibson, K., y Graham, J. (2011). Una política poscapitalista. Pontificia Universidad Javeriana, Siglo del Hombre.

Gómez, N., Rojas, P., Benítez, M., y Sánchez, A. (2019) La autogestión en la diversidad económica. Cooperativas, clubes y talleres productivos en la provincia del Marga Marga, región de Valparaíso de Chile. Revista CUHSO 29(1), 191-224. https://doi.org/10.7770/cuhso.v29i1.1616

Honneth, A. (1999). Comunidad. Esbozo de una historia conceptual. ISEGORÍA (20). 5-15 .

https://doi.org/10.3989/isegoria.1999.i20.89

Luckmann, T. (2008). Conocimiento y sociedad. Ensayos sobre acción, religión y comunicación. Trotta .

137

La amistad comercial como experiencia societaria

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Max-Neef, M., Elizalde, A., and Hopenhayn, M. (1993). Desarrollo a Escala Humana. Conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones. Nordan- Comunidad.

Polanyi, K. (2009). El sustento del hombre. Capitán Swing.Salas, R. (2006). El mundo de la vida y la fenomenología sociológica de Schütz. Apuntes para una filosofía de la experiencia. Revista de Filosofía , (15), 167-199 .

Silva, M. (2019). Independencia, autogestión, literatura y realidad en la revista chilena La Calabaza del Diablo (1998-2004). Revista de Humanidades, (39), 235- 265.

Simmel, G. (2002). Cuestiones fundamentales de sociología. Gedisa .

_________ (2004). Intuición de la vida. Cuatro capítulos de metafísica. Terramar .

Symmes, C. (2013). Fundar la Asociación de Editores independientes de Chile: una estrategia de resistencia colectiva. Comunicación y Medios, (27), 129- 146.

__________ (2015). Editar (en) el Chile post-dictadura: Trayectorias de la edición independiente. Nuevo

Mundo Mundos Nuevos Questions du temps présent,

https://doi.org/10.4000/nuevomundo.68211

Torterola, E. (2012). Lazo social y metrópoli. La comunidad en los orígenes de la sociología urbana: Georg Simmel y Robert E. Park. En Pablo de Marinis (coord.) Comunidad: estudios de teoría sociológica (pp.109-140) Prometeo .

Watier, P. (2005). Georg Simmel. Sociólogo. Nueva Visión .

138

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Número 31/Otoño 2021/pp.139-150 Recibido 09/04/2021

Aceptado 01/05/2021

__________________________________________

EDICIÓN, COMUNIDAD, CIUDADANÍA: CONSIDERACIONES DE UNA EDIAUTORA EN PROVINCIAS DE MÉXICO Y CHILE

Carmen Violeta Avendaño 1

Resumen/ Abstract

Se dice que las editoriales independientes son las que sostienen la biblio diversidad. Creo que es esa misma responsabilidad la que convierte la edición independiente en una forma de resistencia cívico-comuni taria. Pero la biblio diversidad que custodiamos es solo la punta del iceberg de la diversidad sofocada por un colonialismo en erosión. En esa comunidad millonaria de lectoras y lectores que aprendieron la lengua del amo hay mucha escritura por representar.

Palabras clave: edición independiente, comunidad, público, bibliodiversidad, autoedición

EDITION, COMMUNITY, CITIZENSHIP: CONSIDERATIONS OF A PUBLISHER IN THE PROVINCES OF MEXICO AND CHILE

It is said that bibliodiversity relies in independent editors. I believe it is that responsability what makes independent edition a form of civic-community resistance. But that bibliodiversity we guard is just the tip of the iceberg of a diversity that has been suffocated by an eroding colonialism. In that millionary community of readers that learnt the master’s tongue, there is plenty of writing waiting for representat ion.

Keywords: independent edition, community, public, bibliodiversity, desktop publishing

Un libro, mientras no se lee, es solamente un ser en potencia, tan en potencia como una bomba que no ha estallado. Y todo libro ha de tener algo de bomba, de acontecimiento que al suceder amenaza y pone en evidencia, aunque sólo sea con su temblor, a la falsedad .

María Zambrano

1 Chilena. E-mail: edicionesmoneda@gmail.com

139

Edición, comunidad, ciudadanía

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________


Asuntos mundano s

I

Un libro embodegado es un libro reproducido, no publicado. Un libro desconocido para los libreros, escondido en las repisas, tampoco se encuentra del todo publicado. 300 ejemplares no son 300 lectores. Quienes seguimos

empecinadas en este no negocio sabemos que el lanzamiento es solo el inicio de un largo y tortuoso camino a las vitrinas, que nos puede llevar años, aún en aquellas librerías del barrio, pueblo o ciudad que habitamos. Los libros están todos pidiendo la palabra al mismo tiempo, pero algunos extienden la mano con billetes. Los más pedidos son los más exhibidos. Los más exhibidos son los más leídos. Entre ellos la política, la biografía, la novela, la autoayuda, hablan más fuerte, muchas veces, que la poesía, el cuento, el ensayo. Esto hace que la renovación sea lenta, por más que todos los meses haya “novedades” en tanto esas vienen a reemplazar novedades muy similares.

II

El espacio en vitrina, saturado por una aparente abundancia donde prima el libro-mercancía, es inaccesible a las editoriales independientes sin distribución, dado el costo administrativo que le genera a las librerías la multiplicación de los proveedores y el poco rédito que le significa exhibir publicaciones sin aparato publicitario ni criterios complacientes. La prioridad a lo que vende también opera con las distribuidoras al momento de integrar una nueva editorial a su cartera, así como la amplitud de su catálogo. Pero aún si una editorial independiente logra subsistir el tiempo necesario como para ofertar un catálogo amplio y conseguir ser aceptada en una distribuidora, pagará un costo elevado a la hora de los porcentajes en la consignación. El retorno es prácticamente inviable, para volver a editar y aún más generar ganancia por derechos de autor, desalentando a las nuevas voces. Estos factores que obstaculizan la permanencia de las editoriales independientes afectan más a las dirigidas por mujeres, en la medida en que sus redes laborales son más frágiles; y más todavía a las que trabajan fuera de la capital. En este sentido ser ediautora es tirar guijarros contra las altas vitrinas de la indiferencia .

III

El precio del libro refleja la cadena del libro y la jerarquía de cada eslabón. El precio justo se relaciona con la comprensión de los costos materiales y creativos de producción, con la cadena de oficios que sostienen al libro: escribir, diseñar, editar, traducir, imprimir, etc. La imprenta y la librería son los dos

140

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Carmen Violeta Avendaño

Número 31/Otoño 2 021

___________________________________________ _________________________________________________________

eslabones más costosos al momento de calcular el precio: una porque detenta el poder industrial de la multiplicación (a mayor cantidad menos precio por unidad) y la otra con un 40% de comisión justificado en apariencia por el costo de un lugar en la ciudad, y amparado en el bajo ritmo de ventas. Entremedio los eslabones creativos: escritura, diseño, edición, son los más castigados.

IV

El precio del libro afecta tanto a la producción como a la circulación. El precio fijo obedece a la comprensión del escenario actual donde conviven distintas formas de venta (la web de la editorial, mercado libre, Amazon, una librería de barrio o de Instagram; una feria). Para salir de una cultura lectora minoritaria y elitista se requiere la mayor cantidad de puntos de venta posibles, concebidos como puntos de encuentro con el lector, donde el precio fijo elimina problemas de competencia que podrían desincentivar la exposición de un título, y hace que los diversos actores de la venta de libros funcionen como un frente común, sin dejar escapar ninguna oportunidad de enlazar con los lectores posibles. La estrategia del descuento y el remate, pan para hoy y hambre para mañana, permea tanto en la industria masiva como en la más artesanal de las editoriales.

V

Entre el libro comercial y el artesanal está uno que podemos llamar neorepublicano, producido industrialmente pero fuera de un sistema de acumulación de riqueza: la diferencia de ventas entre el libro artesanal y el neorepublicano es menor que la diferencia de ventas este último y el comercial. Mi reticencia a adentrarme en el modo artesanal va más allá de la torpeza de mis manos; viene de mi experiencia como autora de una preciosa editorial michoacana, con libros de tapa dura que habitualmente imprime 50 ejemplares; para mi libro Madre Sol se hicieron 100 y aunque me consta que sigue circulando, es prácticamente un mito. A lo que aspiro, ingenuamente, con tirajes industriales mínimos, es a una utopía, y no me refiero a la de cubrir los gastos o a vender poesía, sino a cubrir una cantidad republicana de lectores.

VI

Si las independientes vemos a las comerciales como editoriales sin alma, ellas nos miran a nosotras como empresas sin capital. Suponemos cómo se hace un libro sin alma: se examina su contenido en función de cuánta ganancia puede producir. Pero ¿cómo se hace un producto sin capital? Y más aún, ¿por qué? Son

141

Edición, comunidad, ciudadanía

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

los milagrosos fondos estatales del libro los que sujetan en gran medida la producción “independiente” a su reñida convocatoria anual, haciendo que las novedades “independientes” aparezcan a un ritmo demasiado lento en comparación a las comerciales. La edición fondeada podríamos llamarle, atendiendo al hecho de que una vez impreso el libro permanece en cajas un tiempo considerable antes de circular más ampliamente.

La edición como ejercicio de ciudadanía

I

Si pensamos en el libro artesanal como una respuesta comunitaria, es decir un libro que corresponde en su dinámica a un ámbito específico ¿Cuántas copias se requieren para que un libro industrial se considere una respuesta republicana? Si un libro fuera una localidad, ¿sería una toma, un sector, un barrio, un pueblo, una ciudad, un área metropolitana, un pequeño o gran país, un continente? El libro es un espacio para llevar. Un lugar en tránsito y de tránsito, destinado a atravesar y ser atravesado por la diversidad de configuraciones territoriales a lo largo del tiempo.

El dilema de la edición independiente estriba en las dificultades para que ese traslado se efectúe en un mundo estructurado para el tráfico de bienes comerciales a gran escala. El submundo de la gente que lee contiene un submundo de gente que lee literatura y otro mucho más pequeño de la gente que lee literatura editada con independencia de su rédito. Por otra parte, operar con los libros como otra mercancía más, en función de oferta y demanda es renunciar al ejercicio de un criterio compartido libremente. Ante la dificultad para circular por las autopistas modernas, se apuesta a sostenerse en el tiempo, se apuesta a la transformación social.

II

Una historia ejemplar de la circulación del libro de la capital a la provincia y de regreso es la de Antonio Porchia, anarquista argentino “de barco”, nacido en Italia y renacido en La Boca, con su Voces de 1943, costeadas por él, a instancias de sus amigos anarquistas de la agrupación “Impulso”. Los paquetes de Voces estorbaban la pasada, hasta que las donó a la Sociedad Protectora de Bibliotecas Populares. Y uno de los lectores en provincia de estas bibliotecas envió un comentario a la revista Sur dirigida por Victoria Ocampo, que cae en manos de Roger Caillois. Fascinado por las Voces las tradujo al francés y se

142

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Carmen Violeta Avendaño

Número 31/Otoño 2 021

___________________________________________ _________________________________________________________

publicaron en Francia. Desde Francia llamaron la atención en Argentina, y entonces llegaron a las vitrinas bonaerenses, donde una vez entró Porchia sin el dinero suficiente para comprarlas.

II I

El problema del alcance radica menos en la cantidad de ejemplares que en los circuitos que abarca el efecto de ondas de los contenidos. Es decir que ese libro sí, es público, pero público entre quiénes. D ónde. El ámbito restringido de circulación llama la atención en un país donde el 96% de la población técnicamente puede leer y escribir.

¿Por qué los libros tienen baja demanda, si vivimos en la era de la alfabetización mundial, con múltiples recursos para la impresión y el envío? Tal vez porque este mundo de oportunidades para la lectura se ha levantado desde un sistema educativo colonial, patriarcal, capitalista. De hecho, la verdadera escala republicana del tiraje hoy es el de aquellos libros destinados a la escuela pública. En la base de este sistema está una doble imposición: la lengua nacional, por encima de cualquier otra realidad del sentido; y la escritura, con todo el aparato legal, epistémico y comercial, por encima de la vida oral. ¿Quién va a desear la lectura así? ¿cómo podía ser la lectura en semejante marco escolar sino ese martirio de ilustraciones inhóspitas, esa carrera por devorar capítulos, como hamburguesas? ¿Cómo iba a ser sino una institución para desalentar la lectura y ensalzarla al mismo tiempo?

IV

Gran parte de la literatura que reverenciamos está escrita en 6 de las 6000 lenguas que existen, de las cuales 43% se encuentran en peligro de extinción, básicamente a causa de la aplanadora educativa monolingüe de los sistemas coloniales. Solo unos pocos centenares de idiomas han tenido el privilegio de incorporarse a los sistemas educativos y al dominio público, y menos de cien se emplean en el mundo digital. Cuán a favor de este continente sería tener el castellano como lengua franca si fuera opcional o qué deseada la posibilidad de escribir tu propia lengua si no estuviera vetada de las matemáticas, la historia, el cajero, la tienda, el hospital, el museo, la comisaría.

V

Visitando una radio comunitaria indígena en San Juan Parangaricutiru, junto al volcán Paricutín, estuve por primera vez en un espacio público hablado en una lengua indígena, donde la tecnología de la comunicación le permitió al pueblo solucionar un problema de contaminación auditiva (los altavoces

143

Edición, comunidad, ciudadanía

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

saturaban este pueblo de 16.000 habitantes) y otorgar un lugar de dignidad a la lengua p’urhépecha, que el sistema escrito escolar, le había negado. ¿Espacio público o comunitario? ¿Integrado no por ciudadanos anónimos o por miembros de la comunidad identificados en tanto tales?

V I

La escuela que conocemos hace de la lectura una actividad obligatoria saturada de libros despersonalizados, llamados “de texto”, que no permiten la libre circulación por los contenidos autónomos. Una educación abierta a la cultura oral y al tránsito libre por los contenidos, una educación para disfrutar la vida y no para padecerla como ratón de laboratorio de mercado laboral, será la que fomente la lectura .

Selfie de una ediautora

I

Reconocer la edición como ejercicio de ciudadanía implica tomar una postura frente al abuso de la cultura letrada en los procesos coloniales. Reconocerme mestiza significa ser hija de una tradición escrita y de una tradición oral. Dentro de mi ascendente escrito vengo del aristocrático 12% del mundo que en 1820 era letrado. Un 12%, con participación mínima de mujeres y demás otredades. Varios de los libros considerados clásicos fueron escritos antes de esta fecha, lo que indica una enorme diversidad que solo recientemente está empezando a acceder a un lugar autoral en la literatura donde trabajaba de personaje, musa o paisaje.

II

Reconocer mi ascendente oral no pasa solo por tener antecesores hablantes de una lengua predominantemente oral – que en el fondo son todas – sino también reconocerme como mujer, es decir como sujeto que se ha desempeñado históricamente en el ámbito desprestigiado del conocimiento oral. A un mismo tiempo implica reconocer formas mezcladas con la tecnología y la cultura popular, y los terrenos móviles, como los muros, las pancartas, las redes, en dirección contraria al libro en tanto portador de prestigio.

III

144

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Carmen Violeta Avendaño

Número 31/Otoño 2 021

___________________________________________ _________________________________________________________

La alfabetización en lengua dominante determina que la materia que en Chile se denomina “lenguaje” y en México “español”, es inconcebible fuera de la cultura escrita, y la cultura escrita es opresivamente castellana, aunque con una sumisión ambigua al inglés, la lengua de los negocios, el espectáculo, la música; y residualmente al francés, el alemán, el italiano, como lenguas de lo culto, imbricadas con la tradición literaria occidental. Negociar con esa tradición es parte del trabajo editorial.

I V

¿De qué manera me ubico, en lo concreto de mi proyecto ediautoral? En Ediciones Moneda asumo mi parte de esa herencia desde la apropiación, con Stéphane Mallarmé (Francia, 1842-1898) y Miltos Sajturis (Grecia, 1919-2005), que representa la traducción por hablantes de Chile y en particular traductoras. Mallarmé ha sido una influencia indirecta en América Latina (a través de Vallejo, Huidobro, Lezama), por falta de buenas traducciones íntegras bien difundidas. Frente al Muro, de Miltos Sajturis, es el primer libro unitario del poeta griego que se traduce al castellano. Ambas obras cubren huecos significativos dejados por un eurocentrismo disparejo. Por otra parte, el libro que antologo y prologo de Álvaro Ruiz (Ottawa, 1953) Horizonte Vertical, responde tanto al apagón cultural de dictadura, que afectó a s u generación en la publicación y difusión de obra, como a la misma edición independiente de tiraje acotado en la que Ruiz ha circulado sin llegar a darse a conocer a un público más amplio. Actualmente proyecto tres publicaciones, una de ellas relacionadas con la oralidad – el testimonio- otra con la biografía de una mujer clave en la historia de América Latina y otra con la obra más reciente de Margaret Randall (Nueva York, 1936), poeta publicada en la mayoría de los países de centro y sur de América, pero aún no en Chi le. En cuanto a mi autoedición, (Nada significa nada 2019), se trata de un diálogo con las formas orales.

V

¿Por qué me hice editora? Es posible que algo haya tenido que ver mi madre, su experiencia en las publicaciones periódicas El Rebelde y Miradas en Chile, y El Séptimo Sueño, en México; su trabajo como diseñadora gráfica, en un tiempo de maquetas con cartulina y papel albanene. Me tocó verla componer portadas, hacer de modelo, acompañarla a Franklin en busca de objetos para fotografiar, a la imprenta a ver las pruebas, pelear por un color, pararlo todo por una errata. A mi padre, como impresor, se le atribuye una única obra: entradas falsificadas para el concierto de Silvio Rodríguez.

V I

145

Edición, comunidad, ciudadanía

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Desde un inicio fui autoeditora. Cuando hice mi primer cómic a los 14 años sentí la necesidad de crear para él una entidad, un desde dónde, una identidad pictográfica, simbólica: un botón. Y cuando escribí mi primer libro, darle yo misma la forma fue cosa de mirar en mis estantes, en particular el ejemplar de Nostálgicas Mansiones, de Teófilo Cid. Apartir de entonces, con El Árbol Ediciones, (2002) no he podido parar de editar, no he podido clausurar ese boliche; no he querido ceder el breve espacio en que sí estoy.

V II

Pero cuando me identifico como autoeditora, no solo me aliento con los grandes que se han pagado su propia edición, como Juan Rulfo o Antonio Porchia; o los que verdaderamente se han autoeditado, como William Blake, Virginia Woolf, Margaret Randall. Pienso en mis colegas aquí mismo en Valparaíso, como Gladys González (Libros del cardo) o Priscilla Cajales (Hebra Editorial) quienes, impriman o no obra propia bajo sello propio, son ediautoras porque ejercen una personalidad a través de sus decisiones editoriales que no serían las mismas si no fueran sus propias jefas.

VIII

Cuando inicié con El Árbol Ediciones en Monterrey, México, cuya área metropolitana supera los cuatro millones de habitantes, no había más que dos o tres editoriales independientes, surgidas al alero de publicaciones periódicas. Esto puede deberse a la presencia de una casa editorial universitaria abierta a nuevos autores, coediciones, y muy prolífica, como es la Universidad Autónoma de Nuevo León, que junto a otras editoriales universitarias, conjugadas con el Fondo de Cultura Económica y el libro desgravado, han proporcionado cierto contrapeso a la dinámica del libro mercancía de las últimas décadas.

IX

Dos proyectos de El Árbol Ediciones enfrentaron problemas específicos del libro en México: la colección Signos del Umbral y La Ventana Ilustrada. El primero atacaba la desconexión entre los estados de México, que se relacionan a través del centro, publicando y difundiendo recíprocamente a un poeta de Nuevo León y otro michoacano. El segundo fue un proyecto desarrollado específicamente para fomento lector en cárceles, de la mano de una asociación de apoyo a presos de escasos recursos, con un número dirigido al encierro masculino y otro al de las mujeres .

146

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Carmen Violeta Avendaño

Número 31/Otoño 2 021

___________________________________________ _________________________________________________________

La respuesta al modelo neoliberal

I

Un amigo que vivió una temporada en Veracruz, México, me decía que le llamó la atención lo poco involucrada en política que era la gente. A mí me pasó a la inversa: cuando volví luego de un par de décadas en México, Chile me pareció un país ideológicamente inflado. Como si todo pasara por ahí, con una presión permanente de establecer una postura ideológica, que no se siente en un país donde las identidades locales son tan espesas, que llevan al lugar común de “México es muchos méxicos” .

Aquí se habla de los “dos chiles”, en referencia a la extrema desigualdad socioeconómica. Allá lo más parecido es la división entre el norte enblanquecido rico y el sur indígena empobrecido; pero no agota la gran diversidad, el pequeño cosmos de cada pueblo, íntimamente ligado a la diversidad de herencia indígena: se hablan más de 365 lenguas y dialectos. Y aunque actualmente los hablen solo el 6.6 porciento de la población, el dato engaña respecto a lo identitario, como lo explica la escritora Yásnaya Elena A. Gil: “Lo que ahora llamamos una mayoría mestiza es población que en realidad es indígena, pero que fue desindigenizada a través de arrebatarles la lengua.” i

II

Si la escasa población indígena en Chile, en la que subsiste el apellido aún cuando no se hable la lengua, ha logrado hacerse escuchar en los últimos tiempos, ha sido por dos vías que se cruzan: la causa mapuche ligada a otras reivindicaciones, y la difusión de ciertas nociones entre la población ajena a su cultura. Es decir que el componente identitario y el componente ideológico se mezclan al hacer causa común con el ecofeminismo o con el movimiento estudiantil, por ejemplo.

III

La pulsión ideológica que acompaña a una resistencia política al acendrado modelo neoliberal chileno, creo yo, guarda relación con el surgimiento en Chile de editoriales independientes que buscan en el libro maneras de ocupar lo público. Con el declive de las editoriales nacionales y la polarización de las transnacionales de un lado y las independientes de otro, se diría que la globalización azuzó a una jauría editorial ciudadana, que conquistó ciertos espacios pero que aún no logra romper la brecha que la separa

147

Edición, comunidad, ciudadanía

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

del ancho mundo o largo país de poetas que no distingue nombres de autores reconocidos, menos aún desconocidos, o editoriales.

IV

Algo similar sucedió en Argentina, como lo relata Gladys González (Libros del cardo) en entrevista: “ En Argentina en los 90 hubo una explosión de editoriales por la crisis económica. Aparecieron las cartoneras, Cucurto, Cecilia Pavón, que tenían un espacio llamado “Belleza y felicidad”. Desde ahí irradiaban instancias de microeditoriales, fanzines, fotocopiados, distintos formatos. Yo ya tenía la intención de hacer una editorial pero no sabía cómo. Entonces las editoriales independientes eran de hombres. A partir del 2010 vino un boom de editoriales. ”

¿Por qué editar?

a)

Editar en estos tiempos supone mucho más que defender un objeto pasado de moda y su halo sagrado de baluarte del conocimiento y la cultura, contra la futilidad del espectáculo y las redes. Más que aferrarse a una posteridad, una permanencia, en medio de la avalancha de objetos desechables. Editar supone plantearse una idea de ciudadanía ante un Estado que se desmorona, y una búsqueda de nuevas comunidades. Implica un intento de articular el conocimiento, la estética, que circula disperso en un mercado de especulación, asediado por la inmediatez.

b)

Una comunidad de lectores es en sí una paradoja, si pensamos en la comunidad como un ente de convivencia oral, y en la lectura como una práctica ciudadana. Ese lector ideal, desconocido, particular, al que el libro ofrece su estandarización, su existencia en serie, no tiene rostro ni edad, ni siquiera tiene idioma, por cuanto un libro, una vez escrito, es susceptible de ser traducido.

c)

Con las redes hemos aprendido otras configuraciones de lo público, en que no es sinónimo de cantidad. Lo público también quiere decir camino de llegada a los contenidos. Un ejemplo de esto es el seguimiento que hacen los medios tradicionales de comunicación de las cuentas privadas de redes. Cada cuenta es como una revista en sí misma con contactos a cargo de secciones de humor, de cocina, de poesía, de

148

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Carmen Violeta Avendaño

Número 31/Otoño 2 021

___________________________________________ _________________________________________________________

política. Mundos semipúblicos que se entrelazan, semiverbales sono-pictográficos. El poeta Macedonio González desde hace años publica en su Facebook únicamente sus textos y no los publica en ningún otro lugar, con una veintena de sus 1719 amigos interactuando con ellos.

d)

Dice María Zambrano (1950) “Comunidad de escritor y público que, en contra de lo que primeramente se cree, no se forma después de que el público ha leído la obra publicada, sino antes, en el acto mismo de escribir el escritor su obra. Es entonces, al hacerse patente el secreto, cuando se crea esta comunidad del escritor con su público. El público existe antes de que la obra haya sido o no leída, existe desde el comienzo de la obra, coexiste con ella y con el escritor en cuanto a tal. Ysólo llegarán a tener público, en la realidad, aquellas obras que ya lo tuvieren desde un principio” (p. 43). De este modo editar vendría siendo realizar un público, concretar lectores, imprimir comunidad.

f )

Editar no es postular a un fondo para imprimir: es postular un espacio simbólico para ser habitado y hacer más habitable el mundo. Editar es evadir la inmediatez. Publicar es fugarse del círculo de amigos. Hay por tanto en ello un deseo de intervención pública, una aspiración ambiciosa: un espacio en el tiempo.

g )

En la edición hay también otra forma de ejercicio ciudadano: el oficio. La organización de ese espacio simbólico y sus convenciones. Un amor a la tipografía, una inclinación por los paralelepípedos. También hay una ilusión, vana, de procurarse un ingreso más estable que el de la escritura. El gran beneficio del libro, es que, si es bueno, dura más que los congelados. No hay merma.

h )

La apertura a los nuevos autores, la visibilidad de las autoras, el rescate de textos soslayados, la traducción y el vínculo con otras culturas, la inclusión de escrituras indígenas y migrantes son algunas de los esfuerzos de las ediciones independientes por llevar al espacio público los temas y las voces que no tienen acceso al círculo de producción del libro mercantilizado.

i )

149

Edición, comunidad, ciudadanía

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

Se dice que son las editoriales independientes las que sostienen la bibliodiversidad.

Creo que es esa misma responsabilidad la que convierte a la edición independiente en una forma de resistencia cívico-comunitaria. Pero la bibliodiversidad, que se supone custodiamos es solo la punta del iceberg de una diversidad sofocada por un modelo en erosión. En esa comunidad millonaria de lectoras y lectores que aprendieron la lengua del amo, hay mucha escritura por representar.

Referencias bibliográficas

Gil, Y. (2021). Frontera de la lengua / Entrevistada por Karla Sánchez. Letras Libres (26),

44-47. https://www.letraslibres.com/mexico/revista/entrevista-yasnaya-elena-gil-la -

lengua-tiene-una-carga- politica

Zambrano, M. (1950). Hacia un saber sobre el alma, Madrid, Alianza Editorial.

150

Comentario de libros

Vania Cárdenas, Tierras blancas de sed. Cartografía oral del valle de Huasco , Valparaíso, Ediciones Inubicalistas, 2020

Nelson Arellano Escudero


Vania Cárdenas Muñoz ha sido autora, previamente, de El orden Gañán: historia social de la policía de Valparaíso (Editorial Escaparate, 2013). Este antecedente es relevante para comenzar el recorrido por estas Tierras blancas de sed. Se trata de una cartografía con espesura sensible donde se combinan formas de aproximación que construyeron una narrativa de los sujetos relevantes para la

comprensión del tiempo y los giros epocales.

El libro, luego de los agradecimientos y antes de presentar el índice, se abre al tiempo y la conciencia con el segmento del mapa de la Provincia de Atacama dibujado por Fuentes para la cuarta edición de la Geografía descriptiva de la República de Chile a cargo de Enrique Espinoza. Toda una declaración de posición y disposición.

La organización del libro se compone con unas palabras iniciales a modo de prólogo que establecen las coordenadas en las que transitarán sus 3 capítulos y epílogo, bien acompasados con el glosario y la selección de fuentes.

El capítulo primero, de “Asentamientos, trabajos y recursos en el Valle del Huasco” urde la inserción investigativa de corte etnográfica gracias a la que podemos internarnos en las memorias y significados del escenario en el que los acontecimientos, en su tragedia y su comedia, tuvieron lugar en sitios de una minería que no entran fácilmente en los registros nacionales -a decir verdad, los registros metropolitanos del centralismo- como son El Zapallo, Quebradita, Agua del Medio, La Liga, Los Choros, Chañaral de Aceituno o El Morado.

La definición de la escala es crucial para la puesta en valor de la tragedia de los accidentes, donde las estadísticas no cuentan mientras que el impacto emocional que tuvo en los protagonistas llega hasta nuestras manos a través de estas letras más de medio siglo después. En ello coincidimos con la autora en

152

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Nelson Arellano Escudero

Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

la pertinencia de acogerse a la obra de Alessandro Portelli para abordar el insondable registro de la memoria. Esta misma línea de análisis releva la posición del trabajo en la Majada, la agricultura y la vida doméstica no remunerada o con pagos subvalorados, así como la vida escolar, usualmente breve, de niños mientras que a las niñas les era prohibida o aún más limitada esa experiencia, debido al trabajo infantil como uso y costumbre a mediados del siglo XX. Una vida que era considerada marginada de la sociedad por el Gobernador de Freirina en mayo de 1965 y que era, en su opinión, preferible erradicar (pág. 37) .

El segundo Capítulo produce las “Cartografías del Valle del Huasco: las voces de la historia oral” que permite conocer aspectos de la cultura transhumante en el Valle del Huasco y emerge una composición de las memorias sueltas que, en su reunión, facilitan la comprensión de la memoria emblemática y la necesidad de establecer la valorización de un modo de vida enfrentado a la crisis civilizatoria del proyecto de la modernidad.

Aquellas voces de la historia oral revelan las circunstancias en que se habitaron y despoblaron sitios al son de los eventos de la economía nacional y mundial, gestando procesos de reconstrucción, menos de materialidad que de identidad, en duras circunstancias de abandono e incertidumbres de la década de 1970. Tiene sentido aquí relevar de manera especial la enorme contribución de las mujeres para sostener es ta conformación cultural en crisis y que, pese a todo, logró sostenerse, aunque el tiempo presente del siglo XXI vuelve a cernir esos aires de cambio -que gustan de anunciar épocas de fin de era- que, hemos visto, la historia reconduce a lugares y formas que, en realidad, ni eran tan distintos ni tampoco estaban determinados .

Entre los capítulos segundo y tercero el libro introduce un archivo fotográfico rico, variado y valioso que merece un estudio de visualidades profundo. Por ejemplo, en la fotografía número 15 se retrata a un adulto y 6 niños, quedando al parecer un séptimo fuera de cuadro, puede ser caracterizado por la precariedad de su equipamiento de protección personal consistente en un casco tipo Brodie y una lámpara minera , aparentemente, de carburo tipo Justrite. La fotografía no está fechada. El emplazamiento se atribuye al Mineral Santo Domingo El Morado y en el fondo de la imagen de aprecian estructuras de madera que parecen ser un área de montaje para las operaciones en el exterior de la bocamina. La colección de 37 fotografías ofrece una excelente oportunidad de apertura a nuevos detalles de las historias que combinan los ensamblajes de las personas, sus objetos y los ambientes que fueron retratados.

2

153

Nelson Arellano Escudero

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

___________________________________________________________________________________________________

El tercer capítulo está destinado a “Las/os protagonistas de la historia” que, podríamos di scutir, contraviene la condición subalterna a la que se proponía subsumirles en las palabras preliminares. En esta fase de la narración los actores sociales humanos que han sido relevados se presentan en la constelación de arrieros, mineros, crianceros, hombres y mujeres que, como señala la propia autora: “reclaman un lugar en el patrimonio de este valle”.

Los catorce testimonios que se disponen en el capítulo, acompañados de registros gráficos íntimos, coronan la etnohistoria poliédrica que, además de su espesura sensible, concreta una descripción densa a la que se fueron añadiendo recursos de la Historia, las Ciencias Sociales y la literatura nacional y local.

En el Epílogo Vania nos deja una declaración con la reunión de los tiempos, esos tiempo suspendidos en Octubre de 2019, que releva a los protagonistas en “todos los rincones de Chile” que han estado fuera de la escena pública.

La bella y cuidadosa edición del libro materializado en un excelente papel Bond Ahuesado es una magnífica invitación a leerlo desde la ilustración de su portada que pone en primer plano una pirca sobre la que descansan, solitarias, una picota y una pala, ante un fondo que consiste en un paisaje de valle dominado en la lejanía por los desnudos cerros del Valle de Huasco .

Tierras blancas de sed. Cartografía oral del Valle de Huasco es una contribución relevante para los estudios de la Historia regional, sin duda, pero también para los recorridos investiga tivos interdisciplinarios y una base valiosa para las indagaciones transdisciplinares que, entre otras preguntas , aborden los saberes compartidos como un paso necesario ante la demanda por información acera del Sujeto Político humano y sus modos de vida. Vania Cárdenas Muñoz nos presenta en un territorio bien delimitado el mapa de un universo que a penas comenzamos a conocer.

154

Pedro Moscoso-Flores y Antonia Viu (Editores) Lenguajes y Materialidades. Trayectorias cruzadas, Santiago de Chile, Ril Editores, 2020

Nelson Arellano-Escudero


La apuesta de los editores por comenzar su recorrido inmediatamente por un desvío es toda una declaración de intenciones. El compendio de obras que se despliega en este libro es un ejercicio interdisciplinario de gran factura con un atractivo paisaje de análisis que recorren tanto el campo de los saberes populares como la política energética sin dejar de (re)visitar la producción literaria nacional.

Organizado en cuatro apartados el libro va desplegando a los 12 autores y autoras y dos co-autores de cada capítulo con sus campos de investigación en diálogo y contrapuntos. Obras gestadas en el tiempo previo a la revuelta de octubre de 2019, son una cristalización del anuncio, algo encriptado, que el mundo académico era capaz de enunciar mientras las minorías activas del poder se empeñaban en negar el malestar.

En la primera sección "Un problema de dimensiones. Desplazamientos y cambios de escala" encontramos a Diego Rosello, Borja Castro, Cristian Ceruti y Antonia Viu, combinando Animalidad, Institución energética y Vitalismo, lo que expresa la sensibilidad con el tiempo de las preocupación medioambientales pero, por sobre todo, los dilemas de la dicotomía Naturaleza/Sociedad.

La segunda parte, "Materialidades fluidas y tecnologías de captura", reúne a Marcela Drien, Pedro Moscoso y Patricio Azócar con sus temas de arte y cultura impresa, la materialidad de la imagen y microambientes de alcance global. Entre muchas otras lecturas posibles, encontramos aquí varias rutas analíticas para desbordar los problemas ontológicos en que podemos reconocer que no conocemos el mundo que nos toca vivir.

155

Revista de la Academia/ISSN 0719-6318 Nelson Arellano Escudero

Número 31/Otoño 2021

__________________________________________________________________________________________________ __

La tercera parte, "Excesos de cuerpo y precariedades del trabajo" ofrece las apreciaciones de Fernando Longás, Hugo Sir y Nicolás Román, cuyo eje es la crítica al neoliberalismo vinculado a la sociedad de control, el materialismo de lo cognitivo y las conexiones de subjetividad y precariedad en aquel (nuestro/s) escenario(s).

Cierra Lenguajes y Materialidades, la sección cuatro de "Descentramientos de lo humano" con los aportes de Gonzalo Bustamante, Andrés Tello, Andrea Kottow y Cynthia Francica. Se encaran aquí los desafíos para el constitucionalismo, el materialismo maquínico, la paradoja de asistir al propio funeral y el universo de cosas en una historia transgeneracional .

Recurriendo al propio mito elegido por los editores para hacer su desvío inicial, el libro es un Caja de Pandora, exponiendo un amplio espectro de los males que aquejan al Chile del siglo XXI, aunque muchos de ellos se encuentren bien cimentados en los siglos anteriores. La publicación de esta obra tendrá, muy probablemente, un carácter señero por el sello que el tiempo le ha impreso de manera inequívoca en los aspectos políticos de un trabajo colectivo de estas características. Considérese, por ejemplo, que participaron 4 autoras y que 2 de ellas han elegido estudiar a escritoras señeras en la literatura chilena como son Marta Brunet y la viñamarina María Luisa Bombal, ambas con prolífica producción ya en la primera parte del siglo XX.

La densidad analítica que alcanza cada capítulo da un cuenta de la profundidad de las reflexiones con su deambular bien asentado en las humanidades, con una fuerte presencia de la filosofía, pero sin dejar de acudir a la producción de las ciencias sociales en una combinatoria prolija y pareja a lo largo de todo el libro sin que las perspectivas y apuestas conceptuales pierdan su autonomía.

Concordamos con los editores en que se trata de "(...) un recorrido, un ensamblaje abierto hacia otras trayectorias desde el que es posible volver, cruzar y virar en nuevas direcciones, y que deliberadamente opta por el fragmento en lugar de la síntesis." Este modo de aproximación escritural con carácter de mosaico es exactamente el modo de respuesta que impulsa el modo de vida ultraliberal y la respuesta catártica que comenzará a mediados de la década del 2000 para azotar las institucionalidades, de manera inequívoca, en el clímax de octubre de 2019 y sus años posteriores y que, probablemente, mantendrá abierto el proceso durante todo el siglo XXI.

156

Nelson Arellano Escudero

Revista de la Academia/ISSN 0719- 6318 Número 31/Otoño 2021

____________________________________________________________________________________________________

La cuidadosa edición de Lenguajes y Materialidades acompaña perfectamente la sinergia de los contenidos que se acompasan con su tiempo. El lenguaje y materialidad que Pedro Moscoso Flores y Antonia Viu nos ofrecen es efectivamente un recorrido por trayectorias cruzadas que augura provechosos usos en los tiempos constituyentes aún con los resabios pandémicos a cuestas, acaso una era de sincronía de hace 100 años, cuando Chile pasó de la gripe española al desafío de la entonces nueva Constitución , que reemplazaría al texto del siglo anterior .

Si Lenguajes y materialidades nos llama a la conversación de la Caja de Pandora, encontraremos una interpelación para el debate con las demás cajas: la Caja Negra y la "Caja" o Casillero vacío de Fernando Fajnzylber. Tal como se practica en este libro, la reunión de Humanidades, Arte, Ciencia y Tecnología es un sendero hacia la esperanza.

157